Se ha publicado el núme En este número de la revista que os ofrecemos, en primer lugar podréis leer una trascendente exégesis sobre el sura 82 del Corán, “Al-Infitar”, “la hendidura” o “el hundimiento”, el cual nos transporta y recuerda a aquel momento de nuestro futuro en que se plegará el espacio-tiempo y hundirá la realidad tetradimensional que somos capaces de percibir y medir, al que seguirá la consecuencia a nuestros actos, es decir, el fin del mundo conocido, seguido de la vida postrera más allá de las dimensiones mesurables evidenciadas.
De una manera sosegada, el "sura" menciona el hundimiento del cielo, la dispersión de las estrellas, el desbordamien¬to de los océanos, todo ello como algo simultáneo al conocimiento que las almas tendrán en ese solemne día de todo cuanto hicieron.
A continuación os ofrecemos el cuarto capítulo del libro “La medicina de las almas” del cordobés Alí Abenhazam o Ibn Hazm, dedicado a la conducta, en el que nos muestra sus reflexiones y hasta experiencias y conclusiones personales sobre las conductas virtuosas de los seres humanos y también de las inicuas.
Todo ello va siendo desgranado de forma didáctica ofreciendo consejos para ser mejor persona, fomentando ciertas actitudes y luchando contra otras, interna o exteriormente.
Podemos apreciar sus sabias palabras que son aplicables en todo momento, incluida la actualidad porque abarcan la naturaleza humana con consejos como: “No respondas a palabras que te transmitan de parte de alguien, hasta que no te conste con certeza que él las ha dicho; de lo contrario, te expo¬nes a que el que te las haya transmitido te traiga una mentira y se lleve de tu parte una verdad.”
También con sencillas frases que nos aleccionan: “Un momento de descuido destruye el esfuerzo de un año.”
Constituye así esta primera parte del cuarto capítulo, una lectura y obligada reflexión personal actual del lector.
Finalmente nos ofrece el Dr. Nadeem Ata Elyas una exposición sobre los derechos humanos que ya enunciaban los musulmanes en tiempos anteriores a la actual Declaración Universal de los Derechos Humanos.
No solo se refuta así a quienes arguyen inventadas incompatibilidades entre derechos y religiones, sino que se deja bien claro con información veraz, que los tratadistas musulmanes ya habían escrito sobre derechos humanos, siendo el precedente de la actual declaración universal de derechos humanos que conocemos, y que no debemos olvidar a quienes antes ya lo hicieron, y que fueron musulmanes.
El derecho a la vida, la igualdad, la justicia, la libertad y la libertad de culto, el derecho a la propiedad, a la instrucción, al trabajo, a la asistencia social, derechos sociales, políticos, socioeconómicos.
La declaración islámica de los Derechos humanos se basa en estos principios y ha legislado estos derechos con una terminología lógica. La historia nos relata que, en distintas ocasiones, en tiempos del Profeta y de sus compañeros, el Estado islámico, hasta su declive, tuvo un comportamiento humanitario y aplicaba las reglas de los Derechos humanos sin discriminación religiosa o racial.
Esperamos que estas lecturas que os presentamos sean de provecho.
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