Desde hace semanas, los refugiados sirios regresan a sus hogares. Todavía son pocos y no todos regresan por convicción. Sin embargo, es una tendencia que favorece al régimen de Assad.
La reconquista del terreno perdido progresa. Un pueblo rebelde tras otro cae en las manos del régimen de Assad. En diciembre del año pasado, los rebeldes se retiraron de la parte oriental de Alepo y en marzo de este año tuvieron que abandonar su antiguo bastión, Homs. En casi todas las ciudades importantes de país, los rebeldes se encuentran en retirada. Parece que llegó el tiempo para el régimen de Assad de cuidar su imagen nacional e internacional.
Las autoridades sirias llamaron a los ciudadanos del distrito Al-Waer en Homs a regresar a sus hogares. Cerca de 600 personas siguieron el llamado. Todos provienen del campo de refugiados Zoghra en el noreste de Alepo. La revista internet Al-Monitor reporta que los refugiados llegaron en varios grupos. Sin embargo, los 600 fueron, según Al-Monito,r parte de un grupo más grande de alrededor de mil personas. Unos 400 dieron la vuelta y regresaron al ver su barrio y sus hogares destruidos.
¿Retorno a la normalidad?
Extranjeros en su propio país: los sirios desplazados
Para el régimen de Assad sigue siendo un éxito. Bashar al Assad puede decir que hace todo lo posible para ayudar a sus ciudadanos a retornar a sus casas, incluyendo aquellos que lucharon por la oposición. "El régimen trata de utilizar el retorno a Al-Waer como prueba de que la situación vuelve a la normalidad", escribe Al-Monitor"
Sin embargo, no todos los refugiados regresan voluntariamente. Algunos de los que regresaron informaron sobre condiciones higiénicas y sanitarias deficientes en el campo de refugiados de Zoghra. Según contaron algunos de ellos, hay poca atención médica, agua y electricidad para las 7.500 personas que se encuentran en Zoghra. Incluso parece haber dificultades con el suministro de alimentación. Más que todo parecen ser esas condiciones las que hicieron retornar a algunos refugiados a AL-Waer.
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