DURANGO,04 marzo 2017,diariovasco.com,D.S.OLABARRI/ M.DÍAZ
El tráiler procedente de Valencia en el que estuvieron escondidas 15 horas las dos familias kurdas. / IGNACIO PÉREZ.
Las dos familias con cuatro niños a su cargo se encuentran acogidas en un piso del Ayuntamiento de Durango y barajan pedir asilo político.
La Policía sospecha que las dos familias del kurdistán iraquí que aparecieron, con cuatro menores a su cargo, en el remolque de un camión en Elorrio llegaron a España gracias a alguna de las mafias que operan entre Grecia y Turquía. Grupos que pueden llegar a cobrar miles de euros a las personas que huyen de países en conflicto o de las guerras de Irak y Siria a cambio de ayudarles a cruzar fronteras e introducirles en algún camión o en algún bote que les acerque a su destino. En este caso, Reino Unido.
Las dos familias -un matrimonio con tres hijos de 4, 7 y 10 años y una joven madre con un bebé de apenas un año- fueron descubiertos por el conductor del camión mientras descargaba en una planta de Eroski en Elorrio en la tarde del jueves. El camionero procedía de Murcia aunque había hecho noche en Valencia. Además, paró a repostar en las inmediaciones de Zaragoza. Fue esta persona la que se puso en contacto con la Ertzaintza para alertar de lo ocurrido. Una patrulla de la Policía vasca le llevó hasta la comisaría, donde recibieron «asistencia sanitaria». Los refugiados, que no tenían documentación, estaban «agotados» después de un viaje tan largo, pero en términos generales se encontraban en «buen estado de salud», según informaron desde el Ayuntamiento de Durango. Después el propio Consistorio les acogió en uno de sus pisos de emergencia social, donde recibieron durante toda la jornada de ayer la visita de políticos, policías y organizaciones no gubernamentales que trataban de buscar respuestas y ofrecerles asesoramiento.
La Diputación se hará cargo si las familias no reciben amparo
¿Qué hacían en Valencia dos familias kurdas que querían llegar a Reino Unido? Según las fuentes consultadas por este periódico, ni ellos mismos, apoyados por un traductor, han sabido responder de momento a esta pregunta. Cuando les encontraron en Elorrio estaban «totalmente desorientados». Es probable, según los mismos medios, que se introdujesen en el camión equivocado en su desesperada ruta por llegar a Reino Unido. Según los mismos medios, los refugiados se subieron al remolque en Valencia.
Las instituciones se han volcado en procurarles la atención necesaria en el piso de acogida. Fue allí donde ayer repusieron fuerzas con unos macarrones con tomate y los niños encontraron, al fin, un espacio para poder jugar tras 15 horas pasando encogidos y pasando frío en el interior de un remolque.
De forma paralela, se activó toda la maquinaria administrativa. La Ertzaintza se hizo cargo de la investigación y puso el caso en conocimiento de la Fiscalía de Menores. El Cuerpo Nacional de Policía, competente en materia de extranjería, acudió al piso a tomar muestras de estas personas, ya que no tenían documentación, y tratar de contrastar su identidad. El Ayuntamiento de Durango, dirigido por Aitziber Idigoras (PNV), aseguró que han puesto a disposición de los refugiados todos sus recursos tanto humanos como económicos para «garantizar su protección». Desde el Consistorio, que ayer convocó una junta de portavoces extraordinaria para tratar este asunto, insistieron en que, de momento, se les ha proporcionado asistencia jurídica, un traductor, asesoramiento «constante», asistencia psicológica y se les ha orientado en el caso de que decidan solicitar protección «internacional».
Respuesta «inmediata»
Una respuesta «inmediata» que se enmarca dentro del compromiso que todos los partidos del consistorio suscribieron «por unanimidad» en septiembre de 2015 en una declaración en la que expresaron su solidaridad con los refugiados se mostraron dispuestos a «darles la acogida que merecen y necesitan». También dos abogadas de la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR) se desplazaron a Durango para informales sobre el «procedimiento de asilo» en España, una opción que se encuentran barajando en estos momentos.
Además, tras el cierre de los campamentos de Calais, en Francia, en las inmediaciones del Puerto de Bilbao se ha incrementado el número de inmigrantes que viven en malas condiciones mientras esperan la oportunidad de subirse a un ferry que les conduzca al Reino Unido.
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