Blázquez saluda al presidente de las Comunidades Islámicas. Foto: CEE
La Iglesia ha celebrado en todo el mundo el 50 aniversario de la declaración conciliar Nostra aetate, aprobada el 28 de octubre de 1965, que marcó un nuevo rumbo en la relación con las religiones no cristianas. «El mundo nos mira a nosotros los creyentes, nos llama a colaborar entre nosotros y con los hombres y las mujeres de buena voluntad que no profesan ninguna religión», decía el Papa durante la audiencia general de la semana pasada. «Es importante –añadía– continuar con un diálogo interreligioso abierto y respetuoso, que ayude a conocerse más y afrontar juntos muchos de los problemas que afligen a la humanidad, como el servicio a los pobres, a los excluidos, a los ancianos, la acogida a los emigrantes, el cuidado de la creación, así como a asegurar a todas las personas una vida más digna».
En la plaza de San Pedro estaban varios de los participantes en la Asamblea Europea de las Religiones por la Paz, que se celebraba del 28 de octubre al 2 de noviembre en Castelgandolfo, con el acento puesto en la acogida en el Viejo Continente a personas de otras religiones. «¿Cómo podemos cambiar el miedo en confianza, la discriminación en respeto, la enemistad en amistad, la polarización en solidaridad?», se preguntaba en el mensaje que les dirigió el cardenal Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
También la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma se sumaba a las conmemoraciones de Nostra aetate, con un congreso en el que el secretario del Consejo Pontificio, el sacerdote español Miguel Ayuso, reconoció que hacer comprender la necesidad del diálogo interreligioso «es un gran desafío». «Sabemos perfectamente cuáles son las dificultades, las resistencias y los problemas, pero la solución siempre es y será el diálogo».
Críticas unánimes al PSOE
En España, la Conferencia Episcopal conmemoró el 28 de octubre la efeméride en un acto en el que intervinieron monseñor Javier Martínez (arzobispo de Granada y presidente de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales), el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Querub, y el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España, Riay Tatary. Todos se felicitaron por los grandes avances en el diálogo interreligioso producidos en el último medio siglo, pero mientras monseñor Martínez pidió a los representantes musulmanes mayor insistencia en la deslegitimación de la violencia, Querub y Tatary demandaron a los obispos un mayor esfuerzo frente a los prejuicios en las comunidades católicas hacia los musulmanes y los judíos.
A preguntas de los periodistas, los tres ponentes coincidieron en criticar la propuesta socialista de retirar la asignatura de Religión de la escuela. Querub aseguró que nunca apoyará «ninguna iniciativa que vaya ni contra la religión católica ni contra ninguna religión», mientras que Tatary se extrañó de que la propuesta parta del PSOE, el partido que gobernaba cuando los musulmanes firmaron los acuerdos vigentes en materia educativa.
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