Encabezada una pancarta que decía 'Te saludamos, oh mensajero de Dios'
Imbroda pide que la ciudad no siga el eco los problemas en Oriente Medio
En mitad de la tempestad que han desatado la película y las viñetas satíricas sobre Mahoma, la Comisión Islámica de Melilla (CIM) ha dicho "basta ya de burlas". Éste era uno de los mensajes que se han podido leer en la manifestación convocada por esta entidad, a la que han acudido cientos de musulmanes melillenses. Según la organización, los participantes se podrían cuantificar en unos 10.000. La Delegación del Gobierno, en cambio, rebaja la cifra a una horquilla de entre 700 y 1.000.
Pese a las grandes diferencias, lo cierto es que había una importante cantidad de personas para lo que suele darse en cualquier manifestación de las que se convocan en Melilla. Sobre todo teniendo en cuenta la incesante lluvia que ha caído durante toda la tarde, que ha acompañado a los participantes desde la Mezquita Central, de donde ha salido la marcha, hasta la Plaza de España.
Estaba encabezada por una hilera de niños, que portaban una gran pancarta con el lema "Te saludamos, oh mensajero de Dios". También había otra, que en pocas palabras expresaba el objetivo de esta manifestación: "Respeto a todas las religiones", que se complementaba con otro mensaje en el que se citaban a los profetas de otras tantas religiones, entre ellos Jesús, Moisés, Jacob, Isaac o Abraham. "Manifestaos sobre todos ellos para ser buenos creyentes", pedía otra pancarta.
En realidad, estos mensajes han sido los únicos que se han lanzado durante la marcha, en la que ha predominado sobre todo el silencio, roto en su parte final por el sermón del imam de la Mezquita Central. El discurso, pronunciado en la lengua bereber tamazight, dejaba claro que el profeta Mahoma es un mensajero de Dios, de modo que los fieles deben creer en él y obedecer, pero sobre todo, profesarle su amor, que es lo que más ha querido plasmar la CIM en la protesta.
El presidente de la entidad, Driss Mohamed, se ha mostrado muy satisfecho por el resultado final de la manifestación, en la que ha destacado especialmente el civismo de la población de Melilla. El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, también ha coincidido en este aspecto, agradeciendo a la CIM el "gran orden" con el que se ha desarrollado el acto, además de la tranquilidad y la ausencia de problemas.
En sus declaraciones una vez terminada la manifestación, Imbroda se ha mostrado incluso aliviado, ya que el jueves había pedido públicamente que se desconvocara porque no quería que diera lugar a "equívocos y planteamientos raros que pudieran ser aprovechados por los extremistas". Por eso ha reconocido que la pancarta pidiendo respeto para todas las religiones le había gustado "mucho".
"El Pueblo de Melilla ha dado una lección de civismo extraordinario, y los pocos que han ido a la manifestación lo han hecho en orden, en paz y sin altercados", ha dicho Imbroda, que también ha querido dejar claras varias cosas. Una, que "Melilla es España y no hace falta que sea una caja de resonancia de los problemas que pueda haber en Oriente Medio", ya que la tarea diaria en la ciudad está centrada en cuestiones como el empleo, la educación y la búsqueda de la prosperidad. También se ha puesto al lado de los musulmanes porque está en contra las sátiras hacia las religiones, pero ha recordado que la libertad es "un bien sagrado y supremo que no puede ser cercenada ni limitada por un orden inferior como el cultural, el religioso o el político".
En la misma línea se ha expresado el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, en cuya opinión no era necesaria esta manifestación y, de hecho, ha destacado la escasa participación en comparación con la población total. "Eso significa que los ciudadanos melillenses han entendido que aquí no hay que trasladar un debate que no existe, todos estamos trabajando para profundizar en la convivencia entre culturas y religiones", ha insistido.
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