sábado, 26 de mayo de 2007

LOS ORÍGENES DEL ISLAM EN ESTADOS UNIDOS

por: Suleiman Nyanq
La aparición del Islam en los Estados Unidos ha sido vista como consecuencia de la llegada de esclavos musulmanes que se produjo entre los años 1619 y 1863, año en que la esclavitud fue abolida.

Aunque los esclavos musulmanes no encontraron, dentro de una América en su mayoría protestante, la suficiente tolerancia en sus amos para permitirles conservar su religión y llevar a cabo sus deberes religiosos, existen claras evidencias de que los esclavos musulmanes intentaron continuar con sus prácticas religiosas y culturales. Las fuentes históricas han recopilado datos sobre distintas plantaciones sureñas que sitúan a esclavos musulmanes en las mismas y describen las especiales dificultades que tuvieron que soportar.

El excelente trabajo de Allan D. Austin titulado African Muslims in Antebellum America (Los musulmanes africanos en la América de la anteguerra) Garland Publishing Co. 1984, muestra que muchos de lso musulmanes que llegaron a América eran instruidos y tenían algunos conocimientos sobre el Corán y las enseñanzas islámicas. Además, del muy conocido ‘Kunta Kinteh’, cuya saga ha sido inmortalizada por Alex Haley en su libro Raíces; hubo otros hombres como Ayub Suleiman Diallo, Muhammad Bah, Yorro Mahmud y otros, cuyas historias fueron recogidas por otros escritores contemporáneos.

El caso de Yorro Mahmud es un buen ejemplo de la vida y condiciones que tuvieron que soportar algunos esclavos musulmanes. Austin aporta un perfil útil acerca de su vida. También los registros de los Archivos del Estado de Maryland confirman la existencia de Yorro, que fue liberado el 22 de agosto de 1796 por Upton Beall y lo colocan en la lista de contribuyentes de dicho Estado. Los Archivos Nacionales, por su parte, atestiguan que Yorro poseía un terreno en Georgetonw.

El diario de Charles Wilson Peale indica que Yorro era un devoto musulmán que se abstenía del consumo de cerdo y de alcohol. Fue un hombre trabajador que ahorró el dinero suficiente para comprarse una propiedad en Georgetown. La biografía de Yorro Mahud aporta muchos datos para la reflexión. Sus experiencias en Maryland comenzaron en 1720, cuando fue vendido, tras llegar en un barco de esclavos de África.
Tuvo que esperar 76 años para conseguir su libertad. Según los datos que poseemos, tenía en ese momento 90 años.

Igualmente afortunado, o aún un poco más, fue el esclavo Ayud Ibn Suleiman Diallo, el príncipe bundu que fue capturado y llevado a América en 1730. Su vida es similar a una novela de ficción.
Era un hombre culto, que hablaba el árabe con fluidez y que estaba profundamente versado en los estudios coránicos. Este hecho hizo que impresionara a todos los que le rodeaban. Intentó escaparse varias veces, pero sin éxito. Sin embargo, su amo le permitió practicar con libertad su religión. Aprovechando esta situación menos opresiva, escribió una carta en árabe a su padre solicitándole que llevase a cabo las gestiones oportunas para ser liberado. En 1733 Ayud partió para Inglaterra donde fue bien recibido y tuvo la oportunidad de frecuentar a la realeza británica. Desde allí, regresó a África.

Otro esclavo musulmán cuya experiencia es útil para el estudio de la Historia del Islam en América es Abdur Rahman b. Ibrahim Sori Maudo. Este esclavo era miembro de la clase dirigente de la etnia fulbe, pero fue hecho esclavo, al ser capturado a principios de s. XIX. Su historia fue narrada en el libro de Terry Alford A Prince Amonq Slaves de 1977 (Un príncipe entre esclavos).
Lo que es más interesante sobre Abdur Rahman es que intentó escapar de la humillación de la esclavitud por medio de la ayuda de unos americanos que tenían contacto con él y con su familia en África. Al igual que Ayud Diallo, Abdur Rahman conservó su fe a lo largo de su estancia en América. Más impresionante, sin embargo, es el drama que rodeó su liberación. En octubre de 1826 Abdur Rahman indignado por la cruel decisión de que vendieran a su hija, envió una carta al Sultán de Marruecos pidiendo su apoyo. El gobernante musulmán intervino en su favor ante el Presidente norteamericano, John Quincy Adams. Todo condujo a la liberación de Abdur Rahman, que obtuvo su libertad de Thomas Forster, quien no aceptó remuneración oficial alguna, y puso como única condición que Abdur Rahman volviese a África.

Abdur Raman había llegado a América, cuando tenía 25 años y sirvió allí como esclavo durante casi 40 años antes de volver a su casa. Consiguió también la libertad de su esposa, pero fracasó en obtener la de otros miembros de su familia. Murió en África, cuando iba al encuentro de varios miembros de su familia, a los que hacía décadas que no había visto.

Junto a estos tres destacados ejemplos de esclavos musulmanes, hubo otros muchos que no tuvieron la fortuna de regresar a África. Dejando de lado esta diferencia sobre esclavos afortunados y menos afortunados, cabe destacar el hecho de que éstos fueron los primeros musulmanes precursores del ascenso del Islam en la sociedad americana.

De los cristianos rurales a los musulmanes urbanos

La segunda fase en la relación entre el Islam y la comunidad afroamericana comienza a principios del siglo XX, cuando dos procesos confluyeron para reunir dentro del mismo espacio sociocultural a los afroamericanos y a los inmigrantes musulmanes que procedían del Oriente Medio y del sur de Europa. Los inmigrantes musulmanes entraron así en contacto con la comunidad afroamericana en los nuevos centros urbanos de Estados Unidos.

Las evidencia de que estos inmigrantes musulmanes intentasen fidundir la fe islámica entre sus vecinos afroamericanos son escasas durante esta primera época de asentamiento. Sin embargo, existe documentación más abundante en lo que respecta a la comunidad afroamerica que vivía en Harlem y en otros centros urbanos con una alta densidad de población afroamericana. Sus encuentros con musulmanes llevaron a la población afroamericana a explorar la religión, en general, y el Islam, en particular.

La consolidación de la comunidad y el crecimiento de la implicación de los afroamericanos en la vida urbana les llevaron, pues, a entrar en contacto con los nuevos inmigrantes de fe islámica. Es en esa época cuando el misterioso Muhammad Farad llegó a Detroit y enseñó el “Islam” a los afroamericanos, analizando la fe islámica a la luz de sus propias necesidades.
En 1927 un grupo de musulmanes dirigido por un inmigrante sudanés comenzó la difusión de la fe islámica. Su nombre era el de “Sociedad Musulmano-Africana del Bienestar”. Dicha organización celebró diversos encuentros y educó a su reducida militancia en el aprendizaje del idioma árabe. Los archivos del F.B.I., obtenidos bajo el Acta de Libertad de Información, recogen una enumeración de las actividades de dicha Sociedad. Aunque estos archivos fueron creados con un propósito obviamente hostil, han sido una fuente valiosa para el conocimiento de esa Sociedad; así como, de otras asociaciones que, a través del país, difudieron el Islam.

Otro hecho determinante para la creación, en aquellos primeros tiempos, de una comunidad musulmana en los E.E.U.U. fue la participación de este país en la I Gruerra Mundial. Muchos jóvenes de origen afroamericano partieron hacia Europa enrolados en el ejército norteamericano. Aquí entraron en contacto con jóvenes musulmanes de las colonias francesas, lo que condujo a despertar el interés de muchos de ellos por el Islam. Junto a este hecho, cabe destacar el cambio del contexto socioeconómico, en el cual se desenvolvía la vida de la comunidad afroamericana y de los inmigrantes. La masificación de las industrias, la reducción de la oferta del empleo, la competencia desenfrenada... caracterizaron la segunda década del siglo XX en E.E.U.U. Ante este panorama no tardadorn en aprarecer los disturbios sociales, que en muchos casos tuvieron también un componente racial. Es en este contexto en el que surgieron el

“Templo de Ciencia Moro” (1913) y la “Nación del Islam” (1930),
Ambas organizaciones estaban lejos de representar un Islam correcto u ortodoxo. Sin embargo, su estudio resulta útil pues han sido precedentes del posterior florecimiento del movimiento islámico en E.E..U.U.

El “Templo de la Ciencia Moro” fue fundado por Timothy Drew, residente en Carolina del Norte. Nacido en 1886, Drew emigró a la costa este cuando tenía 20 años. En 1913 fue en Newark (New Jersey) el promotor de una nueva religión que era en realidad una amalgama de algunas antiguas creencias egipcias, otras creencias pseudoislámicas y elementos del nacionalismo negro.

Empezó a predicar en las esquinas de la calle, en sótanos y otros lugares. Al incrementarse el número de sus seguidores abrió templos en Pittsburgh, Detroit y varias ciudades del sur. En 1925 abrió un templo en Chicago, en el 3603 de la Avenida de Indiana.

Timothy Drew cambió su nombre por el de Noble Drew Ali y supervisó su organización religiosa desde Chicago. Enseñó a sus seguidores de origen asiático y africano a sentir orgullo y respecto de su origen y a proteger su identidad, a través de la adopción de un único modo de vestir. Esta identificación del Islam con el nacionalismo negro llevó incluso a diversos líderes del movimiento a declarar que ésta era la “religión del hombre negro”.

Esta posicición fue duramente contestada por las asociaciones islámicas sunníes ortodoxas que mientras tanto habían ido apareciendo en el mismo contexto social y religioso. Una de estas organizaciones, el “Partido Islámico de Norteamérica”, publicó en su órgano Al-Islam un artículo titulado: “Las raíces del Islam no están en África”. El autor describía cómo el Islam se expandió fuera de Arabia en el S. VII, haciendo hincapié en el carácter unívocamente universalista del Islam. Dicho trabajo terminaba con una llamamiento a los hermanos y hermanas para que separasen cualquier discusión racial de su trabajo a favor de la difusión del Islam.

Una línea similar de mezcla entre la cuestión racial y el Islam fue seguida por “Nación del Islam” y sus líderes Farad Muhammad y Eliyah Muhammad. Sin embargo, dicho movimiento saltaría a la celebridad gracias a la figura emblemática de Al-Hay Malik Shabazz, más comocido como Malcolm X. Él fue el instrumento que levantó el velo de oscuridad y desconocimiento que sufría “Nación del Islam” con respecto a la sociedad norteamericana. Es indiscutible que la figura de Malcolm X y “Nación del Islam” crecieron juntos en los años sesenta, dando lugar a un gran movimiento de masas. Sin embargo, esta unión no duraría mucho.

Las circunstancias de la ruptura entre Eliyah Muhammad, líder de la organización y Malcolm X no están del todo claras. La versión oficial sugiere que Malcolm X fue supendido durante 3 meses de militancia en “Nación del Islam”, debido a unas declaraciones suyas acerca del asesianto del Presidente, John F. Kennedy.

Cuando resultó claro que su reingreso ya no era seguro empezó a reflexionar y explorar nuevas posibilidades. Resultado de este periodo, fue la formación de la “Organización de la Unidad Afroamericana”. Esta decisión de romper con “Nación del Islam” tendría importantes consecuencias. No sólo produjo un nuevo Malcolm X, sino que cambió la naturaleza de la relación entre dicha organización y el comparativamente reducido número de musulmanes sunníes que desde los años treinta desarrollaban una campaña ideológica constante en contra de ella.

Para el resto de los musulmanes sunníes el abandono de Malcolm X del Islam herético de la “Nación del Islam” era un acontecimiento muy postivo. Muchos de estos musulmanes sintieron que al fin su hermano desviado había visto la luz de la verdad. Otros esperaban que se uniese a ellos para consolidar las fundaciones del Islam sunní en América. Estos musulmanes estusiastas empredieron ahora la tarea de defender a Malik Shabazz de los ataques de sus antiguos compañeros. Después de su asesinato, esta defensa fue mucho más enérgica, especialmente por parte de un grupo de musulmanes del área de New Jersey.

La figura de Macolm X constituye una figura clave en la Historia Religiosa Americana. El reciente film de Spike Lee supuso un relanzamiento de su vigorosa personalidad.
El mesaje de Malcolm X fue recogido por muchas organizaciones musulmanas de América. Hoy, con más de 8 millones de miembros, el Islam constituye la religión de mayor crecimiento en los Estados Unidos. Es Islam se haya sólidamente implantado en el tejido social norteamericano y constituye un motivo de alegría y esperanza para los musulmanes que viven en aquella nación.

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