Buenos Aires,30/09/2014,LA NACION,Silvina Premat
Salma Haidar, dirigente musulmana, no pudo prometer su título sobre el libro sagrado de su religión porque no lo permiten las normas de esa casa de altos estudios.
Entre el centenar de egresados de la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE), que días pasados recibieron el certificado de conclusión de sus estudios y juraron solemnemente cumplir su misión profesional, no estuvo Salma Haidar. Graduada como licenciada en Ciencias Religiosas y de religión musulmana, solicitó jurar "por Dios, la Patria y el Corán" y no se lo permitieron.
Por eso escribió una nota y se la mandó al diario de Jujuy, donde vive, y a las sedes del Inadi de esa provincia y de la ciudad de Buenos Aires.
"Las fórmulas contempladas por las normas universitarias no contemplan la posibilidad de jurar más que por Dios, la Patria, los Santos Evangelios y el Honor. De acceder a su pedido también deberíamos aceptar a un budista que pida jurar por los Vedas", fue la respuesta que recibió de una funcionaria de la UCSE que luego le preguntó cómo se sentía.
"Como en el medioevo: Extra ecclessia, nulla salus (fuera de la iglesia no hay salvación)", le respondió Salma, que, sin embargo, no tomó la respuesta como algo personal. "Les dije a las autoridades de la universidad que no percibo esto como un ataque a mi persona, sino que se trata de una norma establecida que es discriminatoria desde el punto de vista religioso y que debería modificarse", dijo Haidar a LA NACION.
Con más de 60 años de edad, Salma tiene la calma y la experiencia de quien mamó un pacífico clima interreligioso desde su hogar. Su padre, de origen libanés, era musulmán y su madre, católica. "Por eso en casa, después de cenar, leíamos los dos libros: la Biblia y el Corán", cuenta quien desde que tiene uso de razón supo de incomprensiones. En su documento no figura con el nombre con el que todos la conocen, Salma, sino como Zulema. "Eran épocas en las que no se podían poner nombres extranjeros", recordó.
Ahora, junto con su hermana Jadilla, conduce el Centro Islámico de Jujuy, que fundó su padre en 1937 en Ledesma, y que tiene la particularidad de ser el único centro islámico en el país presidido por mujeres.
El juramento en la UCSE no hubiese sido el primero que haría sobre el Corán. Lo hizo en 2007, frente al entonces obispo de Jujuy, cuando se graduó como profesora de Ciencias Sagradas en el Instituto Populorum Progressio.
También posó sus manos sobre el libro sagrado del Islam cuando asumió como ministra de Bienestar Social de la provincia de Jujuy, en 1992 (la primera mujer en acceder a ese puesto), y como vicepresidenta del Instituto de Seguros de Jujuy, en 1999.
Éste tampoco fue el primer desplante que le hizo una entidad católica. "Cuando, a los 18 años, me inscribí en la Universidad Católica Argentina (UCA), en Buenos Aires, para estudiar composición musical, me rechazaron porque yo puse que era de religión musulmana", recordó.
En su nota, Salma quita responsabilidad a las autoridades de la UCSE y hace un expreso: "[Reconozco] la calidad humana y académica de todo el cuerpo directivo de la universidad y, en particular, de los profesionales de la carrera que cursé, quienes mostraron siempre buena disposición para el diálogo y la inclusión de las diferentes vertientes de opinión y de creencias".
Sobre el rector y las autoridades académicas de la UCSE, afirma que "no son responsables, ellos sólo están cumpliendo una norma". Además, esos funcionarios, dijo Salma, le informaron que el actual obispo de la diócesis de Jujuy, monseñor Daniel Fernández, había expresado "no tener ningún problema con que se jurara sobre el Corán".
En este contexto, "pues entonces hay que ir por lo que es más amplio", afirmó a LA NACION, y contó que enviará a los consejos superiores de todas las universidades católicas del país un pedido de reforma del procedimiento de los juramentos.
"Me ofrecieron hacer el juramento por el Corán sin mencionarlo desde el escenario, pero eso es como negar el libro y no lo acepté", manifestó Salma al relatar los hechos.
La respuesta de la autoridad de la UCSE que habló con Salma fue que si accedían a su pedido en adelante deberían también acceder a budistas que pidieran jurar sobre los Vedas. "En ese caso deberían aceptarlo también", dijo Salma. Y agregó que le propusieron hablar con el rector. "No lo hice porque me parecía que cualquiera fuera el resultado tenía que ver con mi persona. Pero esta situación excede a mi caso personal", añadió.
En su carta afirmó: "Lo que debe prevalecer como objetivo es trabajar para que los consejos superiores de todas las universidades católicas de la República Argentina y aun las privadas que todavía conserven y sostengan como únicas estas tres fórmulas de juramento revisen sus disposiciones ya entrado este siglo XXI que -desde el catolicismo- se ejercita de diversos modos e intentos el relevante y reconocido propósito del diálogo interreligioso que consagrara sabiamente el Concilio Vaticano II y del que ha dado abundantes y expresivas muestras el recientemente consagrado papa Francisco".
En el afán por flexibilizar las normativas que a su entender obstaculizan la convivencia interreligiosa, Salma está dispuesta, de ser necesario, a llevar su planteo al mismo Santo Padre.
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