La ampliación soluciona los problemas de estrechez en el único lugar que existe para el culto al islam en el área metropolitana
La comunidad musulmana de Santa Cruz de Tenerife prepara la ampliación de su mezquita. Después de varios meses de búsqueda infructuosa de un local adecuado a lo largo y ancho del área metropolitana, sus portavoces han encontrado más cerca de lo esperado una solución para sus acuciantes problemas de espacio. La marcha del anterior arrendatario del sótano situado en la planta inferior de la mezquita les deja en bandeja la expansión.
De este modo, el espacio de culto, situado en la calle Calvo Sotelo de la capital tinerfeña, duplicará su superficie, al pasar de los poco más de 90 metros cuadrados actuales a prácticamente 200.
El presidente de la comunidad musulmana, Hassan Acheb Benejemi, mostró ayer su satisfacción por haber encontrado una solución a las estrecheces que sufren los musulmanes de Santa Cruz y de otros municipios cercanos como La Laguna y El Rosario a la hora de rezar o relacionarse con otros fieles. En la actualidad, son muchos los que se ven obligados a seguir el sermón de los viernes, la Yumu´ah, desde la calle ante la imposibilidad de acceder al interior de la mezquita durante el rezo más importante de la semana. En estas jornadas hasta 200 creyentes se reúnen en este espacio de culto.
El fenómeno de la inmigración y la conversión de tinerfeños a la fe islámica ha multiplicado el número de fieles desde que la mezquita abrió por primera vez sus puertas hace ahora trece años. En aquellos tiempos, apenas medio centenar de personas acudían a rezar a este espacio. En la actualidad, cualquier viernes, esta cantidad se multiplica hasta por cuatro.
Cuando más se nota la falta de espacio es en los momentos en que que la comunidad vive sus fechas más señaladas como el Aid el Fitr y el Aid El Kebirr, los días que marcan el final del Ramadán y el sacrificio de Abraham, respectivamente. Tanto es así que durante los dos últimos años la comunidad ha celebrado rezos colectivos a los que asistieron más de 300 fieles en el interior del pabellón municipal Pancho Camurria con motivo de la finalización de los 29 días de ayuno, abstinencia y oración del mes sagrado para los musulmanes.
Las buenas relaciones existentes con los propietarios del bajo que acoge la mezquita han permitido a los dirigentes de la comunidad alcanzar rápidamente un acuerdo para ampliar su espacio de culto después de que el sótano cercano se quedara vacío.
"Los dueños nos han dado su palabra de que podremos alquilar el sótano. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y nunca hemos tenido problemas entre nosotros", aseguró Acheb. Sin embargo, la necesidad de emprender varias obras en esta superficie retrasará al menos durante diez meses su transformación.
En primer lugar, el cambio del saneamiento de todo el edificio impedirá que los miembros de la comunidad puedan comenzar a acondicionar el sótano. Una vez finalizadas estas labores será cuando los fieles puedan comenzar a trabajar para convertir un antiguo almacén de material de fontanería en un espacio adecuado para sus rezos y para el resto de sus actividades. "Será una dura tarea, ya que el local no se encuentra en las mejores condiciones. Tendremos que realizar una compleja reforma, instalar aire acondicionado y construir servicios para hombres y mujeres", explicó.
Sin embargo, según señaló, el "asumible" coste del alquiler y el no tener que emprender una tediosa y costosa mudanza hacia otro local han pesado más que la espera de varios meses y las obras a la hora de decidir ampliar la única mezquita de Santa Cruz de Tenerife. "Sin duda, esta era la solución más fácil y barata para nosotros", apostilló en este sentido.
El nuevo espacio servirá para albergar las clases de árabe y sobre el Corán que imparte la comunidad entre los jóvenes y los niños musulmanes, así como las actividades que organizan y realizan las mujeres. "Nos demandaban desde hace mucho tiempo un local mayor para acoger sus múltiples actividades", explicó. El traslado de éstas a la planta inferior, con sus correspondientes materiales, permitirá liberar mucho espacio en la mezquita que será aprovechado como espacio para orar.
La ampliación también permitirá a la comunidad cumplir uno de sus principales objetivos: darse a conocer entre el resto de vecinos de la capital tinerfeña. En varias ocasiones, Hassan Acheb ha lamentado la imposibilidad de organizar actividades en el interior de la mezquita que fomentaran la integración y el conocimiento entre las diversas comunidades que integran Santa Cruz de Tenerife. En su opinión, solo de esta forma se podrá eliminar el "miedo a lo desconocido" que todavía hoy aparece en ciertos sectores de la sociedad.
"Tenemos que darnos a conocer a la mayoría. Es la única forma de que podamos combatir el miedo a lo desconocido y a lo diferente. Es en estos casos cuando la minoría debe dar un paso hacia el frente y abrir sus puertas para todo aquel que quiera acercarse a nosotros", explicó. En este sentido, informó que la comunidad podría albergar en un futuro no demasiado lejano cursos de gastronomía árabe, manualidades o literatura, entre otros, que estarían abiertos al resto de la ciudadanía de la capital tinerfeña.
La comunidad musulmana de Santa Cruz cuenta en la actualidad con más de 4.000 miembros tan solo en el área metropolitana, pero hasta su mezquita acuden también diariamente fieles desde otros puntos del Norte de Tenerife como Güímar o Bajamar.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
La comunidad musulmana de Santa Cruz de Tenerife prepara la ampliación de su mezquita. Después de varios meses de búsqueda infructuosa de un local adecuado a lo largo y ancho del área metropolitana, sus portavoces han encontrado más cerca de lo esperado una solución para sus acuciantes problemas de espacio. La marcha del anterior arrendatario del sótano situado en la planta inferior de la mezquita les deja en bandeja la expansión.
De este modo, el espacio de culto, situado en la calle Calvo Sotelo de la capital tinerfeña, duplicará su superficie, al pasar de los poco más de 90 metros cuadrados actuales a prácticamente 200.
El presidente de la comunidad musulmana, Hassan Acheb Benejemi, mostró ayer su satisfacción por haber encontrado una solución a las estrecheces que sufren los musulmanes de Santa Cruz y de otros municipios cercanos como La Laguna y El Rosario a la hora de rezar o relacionarse con otros fieles. En la actualidad, son muchos los que se ven obligados a seguir el sermón de los viernes, la Yumu´ah, desde la calle ante la imposibilidad de acceder al interior de la mezquita durante el rezo más importante de la semana. En estas jornadas hasta 200 creyentes se reúnen en este espacio de culto.
El fenómeno de la inmigración y la conversión de tinerfeños a la fe islámica ha multiplicado el número de fieles desde que la mezquita abrió por primera vez sus puertas hace ahora trece años. En aquellos tiempos, apenas medio centenar de personas acudían a rezar a este espacio. En la actualidad, cualquier viernes, esta cantidad se multiplica hasta por cuatro.
Cuando más se nota la falta de espacio es en los momentos en que que la comunidad vive sus fechas más señaladas como el Aid el Fitr y el Aid El Kebirr, los días que marcan el final del Ramadán y el sacrificio de Abraham, respectivamente. Tanto es así que durante los dos últimos años la comunidad ha celebrado rezos colectivos a los que asistieron más de 300 fieles en el interior del pabellón municipal Pancho Camurria con motivo de la finalización de los 29 días de ayuno, abstinencia y oración del mes sagrado para los musulmanes.
Las buenas relaciones existentes con los propietarios del bajo que acoge la mezquita han permitido a los dirigentes de la comunidad alcanzar rápidamente un acuerdo para ampliar su espacio de culto después de que el sótano cercano se quedara vacío.
"Los dueños nos han dado su palabra de que podremos alquilar el sótano. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y nunca hemos tenido problemas entre nosotros", aseguró Acheb. Sin embargo, la necesidad de emprender varias obras en esta superficie retrasará al menos durante diez meses su transformación.
En primer lugar, el cambio del saneamiento de todo el edificio impedirá que los miembros de la comunidad puedan comenzar a acondicionar el sótano. Una vez finalizadas estas labores será cuando los fieles puedan comenzar a trabajar para convertir un antiguo almacén de material de fontanería en un espacio adecuado para sus rezos y para el resto de sus actividades. "Será una dura tarea, ya que el local no se encuentra en las mejores condiciones. Tendremos que realizar una compleja reforma, instalar aire acondicionado y construir servicios para hombres y mujeres", explicó.
Sin embargo, según señaló, el "asumible" coste del alquiler y el no tener que emprender una tediosa y costosa mudanza hacia otro local han pesado más que la espera de varios meses y las obras a la hora de decidir ampliar la única mezquita de Santa Cruz de Tenerife. "Sin duda, esta era la solución más fácil y barata para nosotros", apostilló en este sentido.
El nuevo espacio servirá para albergar las clases de árabe y sobre el Corán que imparte la comunidad entre los jóvenes y los niños musulmanes, así como las actividades que organizan y realizan las mujeres. "Nos demandaban desde hace mucho tiempo un local mayor para acoger sus múltiples actividades", explicó. El traslado de éstas a la planta inferior, con sus correspondientes materiales, permitirá liberar mucho espacio en la mezquita que será aprovechado como espacio para orar.
La ampliación también permitirá a la comunidad cumplir uno de sus principales objetivos: darse a conocer entre el resto de vecinos de la capital tinerfeña. En varias ocasiones, Hassan Acheb ha lamentado la imposibilidad de organizar actividades en el interior de la mezquita que fomentaran la integración y el conocimiento entre las diversas comunidades que integran Santa Cruz de Tenerife. En su opinión, solo de esta forma se podrá eliminar el "miedo a lo desconocido" que todavía hoy aparece en ciertos sectores de la sociedad.
"Tenemos que darnos a conocer a la mayoría. Es la única forma de que podamos combatir el miedo a lo desconocido y a lo diferente. Es en estos casos cuando la minoría debe dar un paso hacia el frente y abrir sus puertas para todo aquel que quiera acercarse a nosotros", explicó. En este sentido, informó que la comunidad podría albergar en un futuro no demasiado lejano cursos de gastronomía árabe, manualidades o literatura, entre otros, que estarían abiertos al resto de la ciudadanía de la capital tinerfeña.
La comunidad musulmana de Santa Cruz cuenta en la actualidad con más de 4.000 miembros tan solo en el área metropolitana, pero hasta su mezquita acuden también diariamente fieles desde otros puntos del Norte de Tenerife como Güímar o Bajamar.
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