Se trata de una pigmentación roja que ocurre en algunas generaciones de maíz y luego desaparece.
Una anomalía descubierta hace décadas en el maíz, consistente en la aparición no explicada de pigmentos rojos en diversos tejidos de la planta, ha sido resuelta por un equipo de genéticos estadounidense, informa el portal Phys.org.
Esta mutación fue descubierta en 1960 por Charles Burnham, de la Universidad de Minnesota. Ocurre en granos, mazorcas, flores e incluso tallos de la planta durante algunas generaciones y desaparece en la progenie posterior.
Dado que el maíz es una planta modelo en estudios genéticos, la ausencia de explicación de este fenómeno era desde su detección un problema significativo para los biólogos.
A partir de 1997, un grupo de genéticos liderado por Surinder Chopra, actualmente de la Universidad de Pensilvania, ha retrocruzado genes potencialmente responsables de la mutación con líneas puras de maíz. Como resultado, los científicos han detectado el gen Ufo1, presente solo en el maíz, el sorgo, el arroz y el mijo.
Pero no es el propio gen Ufo1 el que causa la pigmentación roja, sino su interacción con un transposón, una secuencia de ADN que puede moverse a diferentes partes del genoma de una célula y cambiar la expresión de genes. Cuando es activado, el Ufo1 influye en el gen p1, haciendo que produzca los pigmentos.
Aunque todavía se desconoce cómo el Ufo1 interactúa con el p1, Chopra cree que el descubrimiento "es un salto en la ciencia básica porque es probable que sea valioso para los fitogenéticos".
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