A finales de este mes se cumplirá un año del lanzamiento del avión no tripulado estadounidense X-37B, una misión que plantea muchos enigmas.
A finales de mayo se cumplirá un año del inicio de la misión de la nave espacial no tripulada X-37B del Ejército estadounidense. Una misión que, a pesar del tiempo transcurrido desde su lanzamiento, todavía no se sabe muy bien en qué consiste.
La X-37B fue lanzada el 20 de mayo de 2015, dando comienzo al cuarto vuelo de un programa, la misión OTV-4 (abreviación para Orbital Test Vehicle-4), cuyo fin sigue siendo un secreto. "Puedo confirmar que la cuarta misión de OTV pronto habrá pasado un año en órbita", respondió las preguntas del portal Space Annmarie Annicelli, portavoz de las Fuerza Aérea estadounidense sin ofrecer más detalles.
La X-37B es diminuta en comparación con las demás naves espaciales de EE.UU. Con sus 8,8 metros de longitud y 2,9 metros de altura posee una envergadura de alas de 4,6 metros, lo que significa que es cinco veces más pequeña que otros transbordadores espaciales. Se sabe que la flota aérea de la X-37B consiste en dos naves construidas por la compañía Boeing para el Ejército estadounidense. El departamento de Defensa, Espacio y Seguridad de la empresa se incorporó al programa y empezó su colaboración con los militares en 1999.
La mayoría de cargamentos que la X-37B lleva al espacio están clasificados como confidenciales, lo que provocó especulaciones según las cuales los lanzamientos de la nave perseguirían fines militares. Mientras tanto, los oficiales de la Fuerza Aérea descartan estas afirmaciones y aseguran que la función de la X-37B es explorar las capacidades de los vehículos espaciales reutilizables.
¿Promoción de las tecnologías pacíficas o nueva carrera armamentística?
Según los datos oficiales, el primer lanzamiento del programa OTV tuvo lugar en abril del 2010. La nave, que pasó 1.367 días en el espacio, cumplió sus objetivos con éxito y proporcionó información valiosa para la siguiente exploración de las tecnologías de aterrizaje y un nuevo lanzamiento. Las tres misiones anteriores acabaron también con éxito tras aterrizar las naves en la base aérea de Vandenberg, en el estado de California.
La escasa información disponible sobre las cargas que transporta la X-37B genera ciertas dudas, al igual que las futuras tecnologías de vuelo espacial que explora el avión. Se ha manifestado la idea de que el X-37B apoya la vigilancia desde el espacio y perfecciona la tecnología de reconocimiento o los métodos de lucha contra los satélites de otros países. En este sentido, la prensa china expresó preocupaciones por la carrera de armamentos en el espacio que pueda originar el programa OTV.
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