La tensión ha regresado hoy a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén tras meses de relativa calma. Todo el revuelo ha tenido origen en el intento de numerosos judíos de acceder al recinto, que ellos denominan Monte del Templo, para conmemorar una de las más importantes fiestas judías, la de Tisha B'Av, la conmemoración de la destrucción del Primer y Segundo Templo.
Los judíos, como cualquier otro no musulmán, pueden entrar en la zona sólo en los turnos abiertos a los fieles de otras religiones y los turistas. Además, una vez dentro, no pueden rezar ni llevar elementos de liturgia como mantos, porque el recinto legalmente está en manos de una gestión musulmana. El lugar es sagrado para los judíos porque ahí localizan el antiguo y desaparecido Templo de Salomón.
Decenas de jóvenes palestinos se han enfrentado con la Policía israelí que, en un gesto poco común y extremadamente sensible, terminó entrando incluso en el recinto sagrado, tercero en importancia en todo el mundo para quien profesa el Islam. Al menos hay 10 detenidos y, dice la Policía, hay cuatro agentes heridos por las piedras y los lanzamientos de pirotecnia.
Los choques se han producido, sobre todo, en las entradas a a Explanada que desembocan en la Vía Dolorosa.
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