El colegio Rosales del Canal oferta religión católica, islámica y evangélica.. J. M. MARCO
La asignatura de religión islámica llega a 500 alumnos de 16 colegios
aragoneses y muchas veces se solapa con otras materias. Los profesores
denuncian los nulos avances desde que se instauró en 2005.
Todos los alumnos de la escuela pública disponen de una hora y media a la semana para recibir en los centros, a elección de sus padres, o bien religión o bien tiempo de estudio o de refuerzo de alguna asignatura.
La opción de religión musulmana está disponible en Aragón desde 2005, pero solo llega a 500 alumnos de 16 centros escolares. Abderrahmen Ben Chaabane es uno de los "dos profesores y medio" (una de ellas está a media jornada) que imparten la materia en Aragón y denuncia la escasez de medios y la falta de docentes para los más de 6.000 alumnos musulmanes de la comunidad.
"Muchísimos padres nos están pidiendo más profesores y los directores más horas", explica Ben Chaabane, a la vez presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Aragón. Este docente imparte clases en cuatro colegios de Zaragoza pero su jornada no es suficiente para cubrir la hora y media en todos los cursos. "Tengo que unificar a los alumnos por ciclos y en muchos cursos estoy dando solo tres cuartos de hora a la semana porque si no sobrepaso las horas de mi jornada -reconoce Ben Chaabane-, eso es la mitad de lo que el alumno tiene derecho por ley".
Karim Benabas, profesor de la asignatura en cuatro centros de la provincia de Huesca, se encuentra en la misma situación. Los lunes por la mañana, en tres horas, debe atender a los alumnos de todo infantil y primaria de un colegio: "Doy clases de 30 o 45 minutos cuando les corresponde una hora y media porque si no, no llego".
Horarios incoherentes
Pero además Karim destaca otro problema más grave. Debido a los pocos docentes contratados para la materia, que deben cubrir varios centros a la vez, a los colegios les resulta imposible cuadrar horarios: "En muchos de los casos tengo que sacar a los alumnos de clase de matemáticas o de otras asignaturas para darles religión -desvela Karim-, eso no les pasa a los alumnos de religión católica".
Algunos alumnos pierden cada semana una hora de matemáticas o una hora de inglés. Lo que supone dejar de dar 30 horas al año de una materia. Muchos son hijos de inmigrantes que ya tienen problemas con el idioma y esto, como reconocen ambos docentes, puede acarrear más retrasos. "Yo personalmente, y a riesgo de perder mi trabajo, prefiero que mis hijos no vayan a religión islámica y no pierdan las matemáticas y aviso de esto a los padres, pero para entender su postura tienes que ser inmigrante. Cuando estás en otro país das mucha importancia a tus raíces y si los padres no tienen estudios no comprenden la relevancia de otras materias. De todas formas el problema es que no se ha invertido en más docentes porque con otras religiones no sucede esto", opina crítico Karim antes de añadir: "Si no se fijan unos horarios coherentes prefiero, por los chicos, que no se de religión".
Abderrahmen tiene una postura diferente y considera imprescindible la asignatura: "Soy partidario 100% de que se imparta la religión en la escuela pública a los alumnos que lo deseen porque lo garantiza la Constitución Española. No se pueden hacer segregaciones de esto sí y lo otro no", opina el docente adelantándose a posibles comentarios sobre la opción de recibir la materia fuera del horario escolar. Para Abderrahmen, lo ideal es que el niño reciba en infantil y primaria la religión que decidan sus padres "para tener una formación completa" y que de mayor, en secundaria, decida "cuando tenga una base de conocimientos para poder hacer comparaciones".
De todas formas, el profesor de Zaragoza quiere dejar muy claro que "ningún profesor de ninguna religión" da el culto en sus clases, sino valores y ética. "El islam se trabaja de forma muy parecida a otras religiones y a veces incluso en sexto de primaria hemos unificado las clases con religón católica. El niño comprende así que no son distintos unos de otros y asimila el sentido de la tolerancia. Estas experiencias siempre nos han dado un resultado muy bonito".
Ambos docentes coinciden en la "buenísima" aceptación de la materia por parte de alumnos y profesores y en el clima de tolerancia en los centros en los que se ha instaurado pero exigen, "por el bien de los alumnos que la reciben", más profesores que permitan horarios más coherentes.
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