Vitoria,09.11.2019,religiondigital.org,Vicente Luis García Corres
Los musulmanes celebran el nacimiento del Profeta con rezos y alimentos según los países y las tradiciones respectivas
Se prevé que en la CAV se apruebe pronto la ley del Consejo Interreligioso Vasco
Este fin de semana la comunidad musulmana celebra su fiesta del Mawlid Al Nabi, en la que recuerdan el nacimiento del profeta Mahoma.
La comunidad islámica de Vitoria - Gasteiz ha sido convocada este sábado para esta fiesta, aunque la celebración será más pública en el caso de los musulmanes de origen paquistaní, o más familiar como por ejemplo entre la comunidad argelina o bereber.
La celebración del Mawlid difiere según los países. En algunos la celebración comienza el primer día del mes y continúa hasta el final del mismo. Los musulmanes en general, adornan con luces de colores las calles, carreteras y viviendas de su ciudad, además de colocar banderas verdes, y quemar incienso y velas. En otros países se celebra entre el 12 y el 17 del mes, durante noche y día, se reparten dulces y bebidas de casa en casa y por la calle. En algunas zonas, los musulmanes, también realizan intercambios de regalos. Podríamos ver algunas similitudes con la Navidad.
Así por ejemplo Mohamed Mariche, español de origen argelino, lo celebra en familia, comiendo pollo y dulces árabes.
Por su parte el imán de la mezquita paquistaní, Mohamed Ansara, hace un llamamiento general a la comunidad musulmana, y a quien lo desee, para acompañarlos en la fiesta que llevarán a cabo en el Parque de Arriaga a las dos de la tarde, tras un rato de rezos en la mezquita que tienen en la calle Julian de Arrese 4 bajo. Mohamed espera la asistencia de cerca de 400 personas, aunque todo dependerá del tiempo.
Hassan, es un bereber que tiene su negocio de alimentación en la calle Castillo de Ocio, cada fiesta del calendario musulmán él la nota en la venta de sus productos; Así durante el Ramadán, los dulces tienen mucha venta, para la fiesta del cordero tiene que cuidar de estar provisto de esta carne en abundancia, y para la fiesta de Mawlid Al Nabi el menú es variado. Por ejemplo, en su casa se seguirá la costumbre del pueblo bereber de cocinar el cuscús con 7 verduras; pero en su tienda ha vendido arroz para la comunidad africana, y luego según los países de procedencia los gustos se decantan más por el pollo, el conejo o la ternera. Todos los productos de su tienda son halal, aptos para el consumo de la comunidad musulmana.
Al parecer, los musulmanes procedentes de países árabes, dan importancia a la lectura del Corán en su lengua originaria, y de ahí se pueden explicar algunas diferencias entre unas mezquitas y otras. Esto se explica también por el peso la lectura salafista del islam y un rigorismo importado de Arabia Saudí.
La similitud con la fiesta cristiana de la Navidad la aprecian tanto unos como otros. También destacan que aunque sea un día de fiesta para la comunidad musulmana, el Profeta dejó dicho que se recordase su nacimiento pero sin fastos, como un día normal.
Por lo general la comunidad musulmana en Vitoria-Gasteiz reconoce poder cumplir con su religión sin problemas. Mohamed Mariche, reconoce que el poder adquisitivo de su comunidad no es equiparable al de la Iglesia católica y mantienen su mezquita sobre todo de la limosna de sus fieles. El mayor o menor apoyo económico que cada mezquita recibe por parte de sus fieles o desde otros países influye sin duda en la vida de la misma.
Por otro lado este pasado jueves la Diócesis de Vitoria organizaba, junto con colectivos de otras confesiones religiosas, una charla sobre el proyecto de ley del “Consejo interreligioso vasco y centros de culto” que fue impartida por Javier Otaola, ex síndico de la ciudad y miembro de la iglesia anglicana en España.
Otaola hizo un repaso por el texto del proyecto de ley, del que dijo espera no tenga problemas en su aprobación en el Parlamento Vasco, ya que el legislador ha sido “exquisito en su redacción”. Este proyecto de ley viene a regular las condiciones de los futuros centros de culto que se abran en la CAV, así como la ocupación de espacios públicos con fines religiosos en aras de una sana convivencia y la salvaguarda del principio de no discriminación para ninguna confesión religiosa reconocida y registrada formalmente.
A la conferencia asistieron miembros de la iglesia ortodoxa rumana, las iglesias evangélicas, de la comunidad taoísta, de la comunidad islámica y diversos miembros de la diócesis de Vitoria.
Al finalizar el acto los asistentes manifestaron su esperanza en esta norma pionera en el Estado español, y que puede crear un precedente para el asesoramiento de la administración en la gestión pública del hecho religioso.
El nuevo órgano podría abordar cuestiones como la que afecta al centro taoísta que se ha visto obligado a inscribirse como gimnasio para desarrollar sus actividades.
Non solum sed etiam
Cuando yo era pequeño en Vitoria solo había iglesias, ermitas, capillas, curas, frailes, monjas y, aunque cuando yo nací ya menos, militares. Hoy, solo la clase de alguno de mis hijos ya parece la ONU. ¡Y qué narices! ¡bendito sea Dios!
Siempre he tenido una cadencia por el ecumenismo, me encantó Taizé; rezar en el Muro de las Lamentaciones y celebrar el shabbat en Jerusalem; compartir el Cordero que me ofreció un vecino del barrio y sumarnos en casa, explicando a mis hijos el pasaje de Abraham en el Antiguo Testamento, y que compartimos con los musulmanes; celebré el encuentro de Asís que promovió San Juan Pablo II y he gozado viendo a Francisco aceptar un gorro de plumas de los indígenas de la Amazonía.
El Tercer Milenio, ya se dijo al comienzo del mismo, está llamado a ser un milenio donde lo espiritual gane importancia. NO he dicho lo religioso, lo espiritual. Por eso, tanto desde las diversas confesiones, creencias, y filosofías, como desde la sociedad civil, desde los poderes públicos, cuanto antes seamos conscientes de que la convivencia tienen que garantizar el ejercicio del hecho religioso, particular y colectivamente, mejor nos irá. A todos, al que no cree también, porque es una opción tan legítima como la del que cree.
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