Barcelona,14/11/2019,ISLAMCAT-ISLAMEDIA
El consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir el Homrani, ha presentado el proceso de participación del nuevo Pacto Nacional para la Interculturalidad. El objetivo del pacto es incorporar la perspectiva intercultural en la acción de los actores institucionales, sociales, económicos, políticos y ciudadanos del país.
El Pacto Nacional para la Interculturalidad recogerá los compromisos del Gobierno, de los ayuntamientos y del conjunto de actores sociales para favorecer la igualdad, el reconocimiento, la diversidad y la interacción positiva, pero también se quiere abrir a la ciudadanía. El proceso de participación tendrá 26 sesiones presenciales en todo el territorio, pero también se hará a través de la web participa.gencat.cat.
En el acto de presentación del proceso participativo, el consejero El Homrani ha subrayado que "hablar de inmigración no tiene sentido si no hablamos de inclusión, de comunidad, de garantizar la cohesión social y de respeto la diversidad." El titular de trabajo, Asuntos Sociales y Familias ha hecho hincapié en separar diversidad de desigualdad. "Cataluña debe seguir siendo un solo pueblo, pero diverso. Las oportunidades no pueden estar condicionadas por la diversidad de origen, de raza, lengua o sexualidad. El gran reto es evitar la segregación y la desigualdad. "
Por su parte, el secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía, Oriol Amorós, ha destacado que Cataluña -con un 18% de la población nacida en el extranjero- es un país diverso e intercultural y ésta no es una situación temporal. "Y ha añadido:" Nos mezclamos, pero todavía no lo hacemos suficiente. Creemos que debemos trabajar por la interculturalidad, es decir: trabajar por la igualdad de oportunidades; reconocer la diversidad del país como un activo y fomentar la interacción positiva. "
El acto de hoy también ha servido para dar a conocer experiencias de éxito en cuanto a la incorporación de la diversidad. Por ejemplo, la restauradora Ada Parellada ha explicado como la diversidad del personal y la incorporación de la economía social en su abanico de proveedores ha repercutido en beneficio de su negocio.
El director de Temporada Alta, Salvador Sunyer, se refirió a la tarea de reconocimiento en la diversidad cultural que contempla la programación del festival de teatro y como este evento ha sido capaz de adaptarse al contexto social de Salt y Girona.
Y la presidenta de la entidad Diálogos de Mujer, Fátima Ahmed, relató su experiencia en la puesta en práctica de la interacción entre grupos de mujeres de origen inmigrante, que comparten problemáticas comunes y residen en el barrio del Raval.
La diversidad nos define como país
Cataluña es una sociedad diversa desde muchos puntos de vista. Los catalanes hablamos más de 310 lenguas diferentes y participamos de todas las principales creencias y convicciones del mundo; reconocemos nuestra diversidad de identidad de género en documentos oficiales y tenemos más de mil matrimonios cada año entre personas del mismo sexo. Una de cada 13 personas padecemos alguna discapacidad, aunque esto nos evolucionará hasta uno de cada cinco por encima de los 75 años.
En Cataluña viven personas de 184 de las 193 nacionalidades de todo el mundo reconocidas por la ONU. Y aún podríamos sumar de no reconocidas. No toda la diversidad se debe al origen, pero el hecho migratorio lo ha hecho crecer de forma notable en el siglo XXI: este año un 36,1% de los niños y niñas que nacerán en Cataluña tendrán al menos un progenitor extranjero. Y al mismo tiempo, más de la mitad de las personas que aún tienen pasaporte extranjero ya hace más de 10 años que vive en Cataluña.
Convivir en la diversidad es uno de los grandes retos de las sociedades democráticas actuales. Ser una sociedad cohesionada y diversa al mismo tiempo es posible y deseable. Respetar la pluralidad es una cuestión de legalidad, principios, valores fundamentales y fortalece el desarrollo y la cohesión social. El gran reto es, sin embargo, que estas diferencias no deriven en desigualdades.
En el mundo hay otros países que han vivido procesos de inmigración intensos de los que han surgido, también, sociedades diversas. De su experiencia, con aciertos y errores, ha surgido un aprendizaje que ha llevado al Consejo de Europa a recomendar el interculturalismo como herramienta para la gestión de la diversidad. El interculturalismo se sustenta en tres principios: igualdad de oportunidades, reconocimiento de la diversidad e interacción positiva.
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