Supersónico, durante la primera fase de pruebas en el desierto de Kalahari, en Sudáfrica.
El coche, conducido por el piloto Andy Green, alcanzó en 50 segundos la velocidad de 1.010 kilómetros por hora, en una de las pruebas de funcionamiento con las que se prepara para romper la marca mundial de velocidad en tierra. La idea del equipo es superar los 1.609 km/h.
"La estabilidad y la confianza que me da el automóvil como conductor es un testimonio de los años de ingeniería de clase mundial que los miembros del equipo han invertido en el pasado y el presente", dijo Green tras la prueba. Asimismo, aseguró que con la información recogida en este último ensayo se encuentran en una excelente posición para concentrarse en establecer un nuevo récord, calculando la fecha para el "próximo año más o menos".
Durante la hazaña, la gran velocidad provocó que la pintura de los costados del vehículo se rasgara.
El coche supersónico fue presentado por primera vez en Londres, en el 2015. Fue creado gracias a la contribución de más de 350 empresas y universidades de todo el mundo. El Bloodhound SSC dispone de un motor Rolls-Royce que se utiliza en los aviones de combate Eurofighter Typhoon, así como de un motor Jaguar V8. En total, el vehículo tiene una potencia de 133.151 caballos.
El coche también está equipado con tres sistemas de frenos diferentes, siete extintores de incendios y 500 sensores. Las ruedas de metal del Bloodhound son capaces de dar 170 vueltas por segundo. La parte exterior del vehículo está hecha principalmente de fibra de carbono e incluye un alerón de 198 centímetros de alto que asegura que el coche permanezca estable.
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