miércoles, 6 de noviembre de 2019

La Comisión Episcopal de Enseñanza subraya que Celaá prohíbe a los profesores de Religión completar su jornada con otras tareas

MADRID,06/11/2019,abc.es,Laura Daniele


Denuncia que muchas veces no se sustituyen las bajas y los profesores de otras asignaturas deben atender las horas de clase de Religión

La Comisión de Enseñanza y Catequesis de la Conferencia Episcopal Española explicó este miércoles que el recorte de la jornada laboral a más de 200 profesores de Religión en Ceuta, Melilla y Aragón «no responde a la reducción» del horario de la asignatura, ya que esta «se produjo hace años». «Lo que ha sucedido es que a los profesores de Religión se les prohíben completar sus horarios con otras colaboraciones en los colegios», indicaron a ABC desde la comisión.

Alrededor de 240 docentes de esta asignatura en Aragón, Ceuta y Melilla han sufrido un recorte de entre el 30 y el 40 por ciento de su jornada laboral después de que la cartera que dirige Isabel Celàa resolviera a partir de este curso retribuir solo las horas que los profesores dedican a dar la clase de Religión.

El desafase entre la jornada loboral de los profesores y las horas de clase impartidas se produjo tras la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) en el curso 2014-15. Esta norma dejó en manos de las autonomías la carga lectiva de la clase de Religión. En el caso de Ceuta y Melilla, por ejemplo, la materia pasó de dos sesiones de 55 minutos por curso en Primaria e Infantil a una sesión de solo 45 minutos.

Para compensar esa diferencia, tanto el Ministerio como las administraciones educativas autonómicas han permitido que se asignen a estos docentes --como se hace con el resto de los miembros del claustro-- tareas complementarias, como la atención de la biblioteca, apoyo escolar, guardias en los recreos, etc. Sin embargo, a inicios de este curso, el Ministerio de Educación resolvió reducir la jornada laboral de los profesores de Religión, cuyos contratos aún dependen de su cartera. Es el caso de Ceuta, Melilla y Aragón. Los profesores han denunciado la modificación masiva de sus contratos de trabajo ante la Justicia.

Soluciones transitorias
La Comisión Episcopal de Enseñanza denunció además «las dificultades que existen en estos lugares para las sustituciones de las bajas, dejando a los alumnos sin clase de Religión». Según señaló esto «provoca complicaciones en los colegios ya que los directores se ven obligados a buscar soluciones transitorias echando mano de otros profesores para atender esas horas».

El subsecretario del Ministerio de Educación y Formación Profesional, Fernando Gurrea, salió este martes al paso de la polémica y recordó que el recorte de la jornada laboral es legal. Según indicó, los vaivenes en el número de alumnos inscritos en la materia impide al Ministerio «pagar una jornada a tiempo completo cuando un profesor no tiene todas las horas de clase». «Estaríamos incurriendo en un delito de prevaricación o malversación de caudales públicos», señaló.

Además indicó que los profesores de esta materia «tienen una cláusula en sus contratos que especifica que sus condiciones laborales pueden cambiar de acuerdo con las necesidades docentes» y que el porcentaje de horas que dedican a tareas complementarias como la atención de la biblioteca, apoyo escolar o guardias en los recreos siguen estando contempladas en sus contratos.

Los profesores de Melilla denuncian, sin embargo, que el pasado 20 de septiembre --con el curso ya iniciado-- les entregaron modificaciones horarias donde se les comunicaba una reducción de jornada a la mayoría de los compañeros y que dejaban de desempeñar --como venían realizando en años anteriores-- otras funciones para compensar el desfase entre las horas lectivas impartidas y la jornada laboral a tiempo completo.

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