Imágenes: Raúl Gómez
El Teatro del Revellín ha acogido un concierto especial en el que se ha incluido este homenaje a toda una institución en Ceuta
La celebración de un concierto en el Teatro del Revellín con motivo de la conmemoración del nacimiento del profeta Muhammad ha servido para rendir homenaje al profesor Ahmed Liazid, quien, a sus 80 años ha subido al estrado para recoger una placa entregada por el presidente de la Ciudad, Juan Vivas.
Liazid es el ejemplo de la lucha por la convivencia en Ceuta, ejemplo del discurso de la moderación, del fomento de la integración entre las culturas presentes en la ciudad. Liazid es historia viva de Ceuta y el centro cultural Al Idrissi no ha podido fijarse en mejor persona para homenajearle en esta noche tan especial.
Profesor, director de institutos en distintos puntos de Marruecos, imán principal de la mezquita de Muley el Mehdi hasta el punto de ser la persona que retiró una placa que existía en el templo y que prohibía la entrada a los no musulmanes al templo, su trabajo en Ceuta ha sido todo un símbolo de la cultura y de la convivencia. Fue también el fundador de Luna Blanca, imán de la mezquita de Sidi Embarek y fundador del colegio existente en los bajos del templo. Ahora ha tenido su reconocimiento público en el que ha sido sin duda el acto más emotivo de la jornada.
Una jornada especial en la que el Teatro del Revellín ha acogido un concierto que ha contado con la participación de las corales del Centro Cultural AzZohor, Noor, Ashams y Medina, teniendo además como invitado especial el grupo de Anachid con Mohamed Ben Krima. El teatro se ha llenado para asistir a este evento tan especial.
Este sábado la comunidad musulmana de Ceuta conmemora el nacimiento del profeta Muhammad, en la noche sagrada del Mawlid “reina un deslumbrante espíritu festivo”, las mezquitas se iluminan y las voces “se alzan en el horizonte en un sonido solemne que hace vibrar el alma de los creyentes.
Al día siguiente, la conmemoración se traslada a las casas de miles de ciudadanos ceutíes y millones de musulmanes en todo el mundo, los niños visten con llabadores y las libsas (prendas de gala) visitando a los familiares más cercanos. La conmemoración del Mawlid está estrechamente ligada “al principio que rige todo lo que es bueno en la existencia de la vida del Profeta”. La mención más antigua que se conserva de celebraciones públicas se encuentra en la obra del historiador andalusí Ibn Yubáir en el año (1145-1217).
En Ceuta, la tradición del Mawlid llegó en el siglo XIII en el año 1250, siendo el que instauró su implantación el Cadí (Gobernador) Abu- Abbas al-Azafi, quien fuera además el epónimo de los Banu-Azaf, dinastía local que regentó Ceuta durante setenta y cinco años. Desde la ciudad, esta festividad fue exportada al resto de los reinos que gobernaban la franja magrebí y andalusí.
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