La fecha conmemora el fin del periodo anual de peregrinación a La Meca y es motivo de alegría para los árabes
Se estima que unos cinco mil musulmanes residen actualmente en Albacete
Ayer, con los primeros destellos de la mañana, fríos todavía los relojes, alzaban su oración emocionada, su cante jondo de misticismo, postrados de hinojos sobre las alfombras, centenares de árabes y residentes en Albacete. En el pabellón polideportivo del barrio de la Vereda, la comunidad musulmana de Albacete empezaba la celebración del 'Id al adha', la Fiesta del Sacrificio del Cordero, el día grande de su calendario.
El asunto, como pueden imaginarse, viene de lejos. Cuenta el libro sagrado que Ibrahim -Abraham- pidió a su Señor que le concediera descendencia de justos, deseo que le fue otorgado. Y cuando el deseado vástago alcanzó la mayoría de edad, Dios le pidió a Ibrahim que lo ofreciera en sacrificio, como prueba de fidelidad y obediencia. Que lo liquidara. Ibrahim y su hijo aceptaron el mandato divino, y cuando todo estaba dispuesto, la voz del Cielo detuvo la mano del padre: «He comprobado tu fe», reza el Corán. Y el ángel Grabriel llegó con un cordero para ofrecerlo en sacrificio a Dios en lugar de ofrecer al hijo, y la estampa quedó para la perpetuidad.
Ahora, cada 27 de noviembre los árabes de todo el mundo rememoran el pasaje comprando un cordero y partiéndolo en tres partes. Una para los de casa -esposa, hijos-, otra para la familia más lejana -primos, sobrinos, abuelos- y otra para los vecinos o los necesitados. Porque no todos, por muy musulmanes que sean, se pueden permitir comprar un cordero entero. Primero oran y después comen. En la mayoría de los casos resulta imposible meterle mano al cordero en la cocina de un piso, diminuta a tal efecto, por lo que algunos de los participantes acuden a alguna ganadería, compran el cordero, se van al campo y allí lo preparan.
Una tradición de siempre
La fecha coincide con el final del periodo de peregrinación a La Meca, de aproximadamente un mes. «Hoy es el día más grande para todos los musulmanes, el día de la matanza del cordero -explica Mohamed El Imami, vicepresidente del Centro Islámico de Albacete-. El día de la Fiesta». Para la experiencia occidental, o europea -digamos el hombre blanco- esta ceremonia es una cosa extraña y exótica. Moderna. Pero párense a echar cuentas: «Es la tradición de toda la vida, para nosotros algo muy especial, una costumbre social. Igual que vosotros con la matanza del cerdo, lo que pasa es que nosotros le damos al Sacrificio del Cordero la consideración de fiesta religiosa, pero por lo demás es algo muy parecido», comparte El Imami.
El año pasado participaron en la Fiesta cerca de mil árabes de la ciudad. A muchos les gustaría estar, pero no pueden hacerlo porque trabajan o estudian, y no tienen posibilidad de tomarse el día libre para conmemorar esta fecha tan especial. El Imami cree que la Administración debería tener en cuenta la importancia de la celebración, así como su carácter cultural, social y religioso, a fin de señalar el 27 de noviembre como jornada festiva para los árabes. «La mayoría no puede venir porque no se puede permitir cerrar su negocio o faltar a su lugar de empleo para estar aquí, es una pena. Por ejemplo, mis hijos hoy están estudiando y tienen examenes, ¿cómo van a dejar un examen para estar aquí?. Deberían tener esto en cuenta para cedernos este día especial, eso sería lo ideal», señala. El Centro Islámico de Albacete estima que en la capital están viviendo actualmente unos cinco mil musulmanes, cifra que se dobla a nivel provincial».
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
Se estima que unos cinco mil musulmanes residen actualmente en Albacete
Ayer, con los primeros destellos de la mañana, fríos todavía los relojes, alzaban su oración emocionada, su cante jondo de misticismo, postrados de hinojos sobre las alfombras, centenares de árabes y residentes en Albacete. En el pabellón polideportivo del barrio de la Vereda, la comunidad musulmana de Albacete empezaba la celebración del 'Id al adha', la Fiesta del Sacrificio del Cordero, el día grande de su calendario.
El asunto, como pueden imaginarse, viene de lejos. Cuenta el libro sagrado que Ibrahim -Abraham- pidió a su Señor que le concediera descendencia de justos, deseo que le fue otorgado. Y cuando el deseado vástago alcanzó la mayoría de edad, Dios le pidió a Ibrahim que lo ofreciera en sacrificio, como prueba de fidelidad y obediencia. Que lo liquidara. Ibrahim y su hijo aceptaron el mandato divino, y cuando todo estaba dispuesto, la voz del Cielo detuvo la mano del padre: «He comprobado tu fe», reza el Corán. Y el ángel Grabriel llegó con un cordero para ofrecerlo en sacrificio a Dios en lugar de ofrecer al hijo, y la estampa quedó para la perpetuidad.
Ahora, cada 27 de noviembre los árabes de todo el mundo rememoran el pasaje comprando un cordero y partiéndolo en tres partes. Una para los de casa -esposa, hijos-, otra para la familia más lejana -primos, sobrinos, abuelos- y otra para los vecinos o los necesitados. Porque no todos, por muy musulmanes que sean, se pueden permitir comprar un cordero entero. Primero oran y después comen. En la mayoría de los casos resulta imposible meterle mano al cordero en la cocina de un piso, diminuta a tal efecto, por lo que algunos de los participantes acuden a alguna ganadería, compran el cordero, se van al campo y allí lo preparan.
Una tradición de siempre
La fecha coincide con el final del periodo de peregrinación a La Meca, de aproximadamente un mes. «Hoy es el día más grande para todos los musulmanes, el día de la matanza del cordero -explica Mohamed El Imami, vicepresidente del Centro Islámico de Albacete-. El día de la Fiesta». Para la experiencia occidental, o europea -digamos el hombre blanco- esta ceremonia es una cosa extraña y exótica. Moderna. Pero párense a echar cuentas: «Es la tradición de toda la vida, para nosotros algo muy especial, una costumbre social. Igual que vosotros con la matanza del cerdo, lo que pasa es que nosotros le damos al Sacrificio del Cordero la consideración de fiesta religiosa, pero por lo demás es algo muy parecido», comparte El Imami.
El año pasado participaron en la Fiesta cerca de mil árabes de la ciudad. A muchos les gustaría estar, pero no pueden hacerlo porque trabajan o estudian, y no tienen posibilidad de tomarse el día libre para conmemorar esta fecha tan especial. El Imami cree que la Administración debería tener en cuenta la importancia de la celebración, así como su carácter cultural, social y religioso, a fin de señalar el 27 de noviembre como jornada festiva para los árabes. «La mayoría no puede venir porque no se puede permitir cerrar su negocio o faltar a su lugar de empleo para estar aquí, es una pena. Por ejemplo, mis hijos hoy están estudiando y tienen examenes, ¿cómo van a dejar un examen para estar aquí?. Deberían tener esto en cuenta para cedernos este día especial, eso sería lo ideal», señala. El Centro Islámico de Albacete estima que en la capital están viviendo actualmente unos cinco mil musulmanes, cifra que se dobla a nivel provincial».
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