sábado, 7 de octubre de 2017

¿Limpieza étnica en Birmania?

Birmania,07-10-2017,AFP


Miles de islamistas duros marcharon en la ciudad portuaria de Chittagong el jueves pidiendo que el gobierno arme a los refugiados musulmanes rohingyas. AFP

En los últimos días, 400.000 personas cruzaron la frontera con Bangladesh. En peligro más de un millón de habitantes de la etnia rohinya en este lejano país asiático.

República de la Unión de Myanmar es el nombre oficial de Birmania. Un nombre bastante polémico, pues fue impuesto durante la dictadura militar que llegó al poder en 1988. Los opositores no aceptan el cambio por considerar que la dictadura no tenía la potestad para hacerlo. Sin embargo, tal denominación es aceptada por las Naciones Unidas y por la Unión Europea, pero rechazada por muchos países en el mundo. 

Birmania está localizada en el sureste asiático. Su capital es Naipyidó. La ciudad más grande y anterior capital es Rangún. Según datos del Banco Mundial de 2016, el país tiene una población cercana a los 60 millones de habitantes. Birmania limita al norte con China (Tíbet), al sur con el mar de Andamán, al este con Laos y Tailandia y al oeste con la India, Bangladesh y el Golfo de Bengala. Es una sociedad multiétnica y multilingüística.

Birmania fue una colonia británica desde el siglo XIX hasta 1948. El 4 de enero es el día en que celebran su independencia. Durante la Segunda Guerra Mundial el país fue invadido por Japón y la lucha anti nipona desembocó en la independencia del Reino Unido. Después de su independencia, Birmania ha vivido momentos difíciles y ha tenido gobiernos que han ido desde dictaduras hasta regímenes con programas socialistas y comunistas.

En 2010 se llevaron a cabo elecciones que dieron el triunfo al partido oficialista Unión Solidaridad y Desarrollo. Hasta el entonces presidente de los EEUU, Barack Obama, consideró que los comicios no habían sido “ni libres ni justos”. 

¿QUIÉN ES AUNG SAN SUU KYI?

Es una activista política birmana, hija del héroe nacional de la independencia, Aung San. En 1990 participó y ganó las elecciones. El gobierno de facto no avaló el resultado. De 1989 al 2010 esta líder ha pasado la mayor parte del tiempo privada de su libertad. En 1991 recibió el Premio Nobel de la Paz por su lucha por una Birmania democrática. 

En 2015 ganó las elecciones, pero no pudo asumir el cargo de presidente porque la Constitución, redactada por los militares, prohibió a aquellas personas que tuvieran hijos con pasaporte extranjero ser el primer mandatario del país. Sus hijos son ciudadanos británicos. El cargo lo ocupa su amigo íntimo Htin Kyaw, siendo Suu Kyi el presidente en la sombra. 

MÁS ALLÁ DE LA INDEPENDENCIA

Desde su independencia, Birmania (Myanmar) se ha debatido en conflictos étnicos de todo tipo. En los últimos años ha tenido revuelo internacional el enfrentamiento entre la mayoría budista del país y la minoría musulmana del Estado de Rakáin. Los rohinyas constituyen una minoría que profesa el islam suní, y ha estado establecida allí por generaciones, algo que niega el gobierno central diciendo que llegaron de la mano del imperio británico y que son bengalíes. 

Históricamente, los respectivos gobiernos no han reconocido sus derechos como minoría integrante de Birmania. Siempre han sido considerados por el poder central y los extremistas budistas del Estado de Rakáin como ilegales provenientes de Bangladesh. 

Los rohinyas son minoría en este Estado y sufren todo tipo de violaciones de sus derechos civiles y humanos. No son considerados ciudadanos de Birmania lo cual los deja desprovistos de cualquier defensa jurídica. No tienen derecho a la libre movilidad. Requieren de un permiso para trasladarse fuera de su territorio. 

No pueden tener más de dos hijos. Se les prohíbe casarse con personas de otros grupos étnicos. Sus viviendas pueden ser revisadas sin orden judicial alguna, lo que ha dado pie para violaciones, abusos y extorsiones.

SON UNOS INSURGENTES

El gobierno central considera que los rahinya son unos insurgentes y afirma que así deben ser tratados. En una posición difícil se encuentra la Premio Nobel de la Paz, Aung Sun Suu Kyi, quien no ha hecho nada por defender a este pueblo de la limpieza étnica que está sufriendo. Sus respuestas a esta situación son evasivas, y tiende a continuar con el estereotipo de que los rahinya no son birmanos, sino inmigrantes ilegales de Bangladesh y, por lo tanto, no gozan de los mismos derechos que los nacionales.

VIOLACIONES

En 2012, una mujer budista fue violada y asesinada, supuestamente, por musulmanes. Grupos radicales budistas detuvieron un autobús y asesinaron a varios pasajeros musulmanes. Este hecho ha sido el detonante de la escalada del conflicto en contra de la etnia rohinya. La ola de violencia se extendió hasta el 2017 con un resultado no establecido de cientos de muertes violentas y miles de desplazados a otros lugares del Estado, a Bangladesh e, incluso, a Pakistán. Un informe del Human Rights Watch menciona que  los ataques premeditados de los extremistas budistas del Estado de Rakáin son una “campaña coordinada para reubicar o eliminar a la fuerza a los musulmanes del estado”. El 25 de agosto pasado el Ejército de Salvación de Rohinya, radicales musulmanes, atacó puestos policiales y militares en la frontera. Esto trajo como consecuencia que entes gubernamentales violaran, asesinaran e incendiaran poblaciones, y dispararan a la población civil desde helicópteros militares.

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