Doctores turcos transportan a un somalí herido en el atentado del sábado, este lunes en Mogadiscio. FARAH ABDI WARSAMEH (AP)
El país euroasiático envía 33 médicos al Estado donde tiene su mayor base militar en el extranjero y con el que mantiene buenas relaciones bilaterales
Turquía ha sido el primer país en enviar personal y material médico a la capital de Somalia para atender a las más de 300 víctimas del peor atentado desde que comenzó la insurgencia de Al Shabab en 2007. El ministro de Sanidad turco, Ahmet Demircan, ha aterrizado el lunes en Mogadiscio junto a una delegación de 33 miembros. Entre ellos, un equipo de médicos, de enfermeros y facultativos de emergencias. Tras reunirse con el primer ministro somalí, Hasan Alí Jaire, Demircan, visitó a los heridos que reciben tratamiento en el hospital Recep Tayyip Erdogan, un centro gestionado conjuntamente por ambos países, y que recibe personal médico del Ministerio de Sanidad turco.
“Dos cirujanos, dos especialistas ortopédicos, traumatólogos y dos cirujanos plásticos se han desplazado para asegurar la rehabilitación y para contrarrestar la falta de sanitarios”, anuncia el comunicado distribuido por el Gobierno turco. Asimismo, la Media Luna Roja turca (organismo equivalente a la Cruz Roja) ha distribuido entre la población ayuda humanitaria como comida, mantas y tiendas de campaña. Un dispositivo de la agencia pública para los desastres AFAD también se ha desplazado para realizar labores de rescate. Al menos 40 somalíes heridos han sido trasladados en avión hasta Ankara. Ahí recibirán tratamiento en la red de hospitales públicos de Polatli, al suroeste de la capital, que cuentan con nuevos suministros para atender el tipo de traumatismos y quemaduras del atentado. “Siguiendo instrucciones del presidente Erdogan (…), trabajamos para ofrecer asistencia, apoyo médico y transporte de los heridos a Turquía”, ha insistido Dermican.
La urgente respuesta de Ankara tras la peor agresión que ha sufrido Somalia es fruto de las buenas relaciones bilaterales que ambos países han construido en los últimos años. Después de una visita personal de Erdogan a los afectados por las hambrunas y las sequías de 2011, el Gobierno turco desarrolló una política humanitaria que ha permitido expandir su influencia en el continente africano. Desde ese año, las agencias públicas turcas, como AFAD, TIKA (Agencia de Cooperación) o Diyanet (el ministerio sobre Asuntos Religiosos), así como compañías privadas han participado en proyectos de reconstrucción e infraestructura y de inversión en el sector sanitario o educativo. La reforma del aeropuerto de la capital, la edificación de hospitales o la perforación de pozos de agua en un país arrasado por las sequías son algunos de los ejemplos que han consolidado las relaciones entre ambos países.
“Turquía mantendrá su solidaridad con el Gobierno y el pueblo de Somalia en contra del terrorismo”, ha declarado el presidente Erdogan tras condenar públicamente los ataques. El líder turco ha destacado en repetidas ocasiones los esfuerzos de su Administración para mantener la seguridad y erradicar el terrorismo en el país. A finales de septiembre, el jefe del Estado Mayor turco, Hulusi Akar, viajó a Mogadisicio para asistir a la inauguración de la mayor base militar turca en el exterior, una escuela militar en la que 10.000 soldados somalíes recibirán entrenamiento. Las autoridades locales agradecieron a Turquía los esfuerzos por “reconstruir” las fuerzas armadas, “para que no estén regidas por clanes, o por áreas, sino por efectivos bien entrenados que representen al pueblo de Somalia”, declaró el primer ministro, Hasan Alí Jaire, al referirse a milicias armadas como el grupo terrorista al Shabab, que ha reivindicado la autoría del atentado del sábado.
Pero la conformación de Turquía como donante emergente en asuntos humanitarios, reconstrucción y seguridad también ha aportado cuantiosas ganancias a su economía. Desde el año 2010, las exportaciones turcas a Somalia se han disparado de los 4,8 millones de dólares en 2010 hasta los 123 millones en 2016 , según la agencia Reuters. Turquía es ahora el quinto proveedor, y centra su actividad en productos de consumo como alimentación, químicos o material de construcción. Además, las costas somalíes albergan importantes reservas de petróleo y gas, así como de recursos minerales. Las hectáreas de cultivo agrícola y la costa más extensa de su entorno conforman a Somalia como un socio clave para construir relaciones bilaterales que sirvan de entrada al mercado africano.
INVERSIÓN DE TURQUÍA EN AYUDA HUMANITARIA
Turquía es un donante emergente en el sector humanitario que ha asistido a refugiados musulmanes de distintas nacionalidades y ha contribuido en la construcción de campamentos de acogida. Una de sus últimas aportaciones ha sido el envío de material de construcción para edificar campamentos para los refugiados rohingya en Bangladés. Dentro de sus fronteras, la agencia estatal ha diseñado un programa para los refugiados sirios en las ciudades-tienda próximas a la frontera. Según AFAD, Turquía ha invertido 6.000 millones de dólares en ayuda humanitaria, una cifra que casi se ha duplicado en los últimos 2 años. En 2015, los principales países que recibieron su aportación fueron Siria, Somalia, Kirguistán, Albania y Afganistán. Además del apoyo humanitario, se destinaron fondos a la sociedad civil, gobierno, sanidad y educación.
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