viernes, 27 de octubre de 2017

Testimonios oídos por la ONU en Bangladesh apuntan a violaciones de DD.HH

Dacca,27 Octubre, 2017,(EFE).


La Misión de Investigación de la ONU para Birmania (Myanmar), establecida en marzo pasado por el Consejo de Derechos Humanos, advirtió hoy de que los testimonios recabados durante su primera visita a Bangladesh apuntan a "graves" violaciones de los derechos humanos.

"Hemos escuchado muchos reportes de gente de muchas aldeas diferentes del estado norteño de Rakhine (Birmania). Apuntan a un patrón consistente y metódico de acciones resultando en graves violaciones de los derechos humanos", indicó el líder de la misión, Marzuki Darusman, en un comunicado de la oficina del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

El exfiscal general de Indonesia se mostró "profundamente perturbado" tras finalizar hoy la visita a Bangladesh, adonde han huido más de 600.000 rohinyás en los últimos dos meses y donde la delegación se entrevistó con miembros de esta minoría musulmana, diplomáticos y funcionarios.

Otra de los miembros de la misión, Radhika Coomaraswamy, afirmó sentirse "conmovida y enfadada" tras escuchar algunos de los más "horrendos" testimonios sobre violencia sexual con los que se ha encontrado en su carrera, según la nota.

"Uno podía ver el trauma en los ojos de las mujeres que entrevisté. Cuando se prueben, nunca debe permitirse que este tipo de abusos se deje sin castigar", manifestó.

La misión lamentó que Myanmar no les haya dado todavía acceso al estado de Rakhine, lo que "dificulta" el esclarecimiento de lo que está ocurriendo, agrega el comunicado.

La información recogida por la delegación, incluyendo los testimonios de rohinyás, será verificada y posteriormente incluida en el informe que ésta deberá presentar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre del año próximo.

En su último informe de situación difundido hoy, el Grupo de Coordinación Intersectorial de la ONU cifra en 605.000 a los rohinyás llegados a Bangladesh en los últimos dos meses.

La crisis de los rohinyás comenzó el pasado 25 de agosto, tras un ataque de un grupo insurgente de esta comunidad musulmana contra instalaciones policiales y militares en el estado birmano de Rakhine, una acción que fue respondida por el ejército con una campaña de represión que aún continúa.

Birmania no reconoce a los rohinyás como una comunidad del país y los considera bangladeshíes, mientras que Bangladesh, donde ya antes de esta crisis vivían unos 300.000 miembros de esta minoría, los ha tratado siempre como extranjeros.

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