Madrid,26.10.2017,(EFE).
El número de ocupados españoles superó los 19 millones por primera vez desde 2009, tras ascender a 235.900 empleados en el tercer trimestre del año respecto al anterior, gracias al tirón del sector de servicios.
Este incremento del empleo responde, en parte, al aumento de la población activa en 53.300 personas, hasta los 22,8 millones, y al descenso del número de desempleados en 182.600 personas, hasta marcar con 3.731.700 la cifra más baja de los últimos nueve años.
También la tasa de paro bajó a cifras anteriores a 2009, al situarse en el 16,38 % (casi un punto menos), según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En términos interanuales, el desempleo disminuyó en 589.100 personas en el último año, pero el empleo se incrementó sólo en 521.700 personas, debido a que la población activa se redujo en 67.400 personas.
La ministra española de Empleo, Fátima Báñez, ha valorado estos datos, que dejan a España a "un empujón" de que la recuperación llegue a todas las familias, y ha asegurado que hay "un millón de razones" para seguir trabajando intensamente juntos por el empleo, ya que el objetivo del Gobierno es lograr los 20 millones de empleos en 2019.
El ritmo de avance del empleo se situó en el 2,82 %, de forma que "casi todo el crecimiento económico se traduce en nuevos puestos de trabajo", ha asegurado el Ministerio de Economía, que prevé que la economía crezca el 3,1 % este año.
No obstante, aún se desconoce si la crisis institucional de Cataluña puede incidir en el mercado laboral, porque el empleo "es un indicador retardado de la evolución de la economía", según ha asegurado el titular de Economía, Luis de Guindos.
Volviendo a los datos y en términos trimestrales, el empleo centró su avance en el sector servicios que, con 236.400 nuevos ocupados, superó los 14,4 millones de trabajadores marcando así el máximo histórico, mientras que sólo se redujo en la agricultura (55.500 menos).
Creció el empleo a tiempo completo (380.200 más) y se redujo el parcial (144.300 menos), reduciendo la tasa de parcialidad al 14,31 %, ya que aún hay 2,7 millones de personas con una jornada por debajo de la habitual.
Sin embargo, el empleo temporal absorbió la mayor parte del avance de la ocupación, con 148.900 personas, mientras que los indefinidos sumaron 67.500, hasta sumar 216.400 asalariados más; en tanto que los autónomos crecieron en 21.000 personas.
La creación de empleo sigue apoyándose en el sector privado, con 177.600 personas más hasta casi alcanzar los 16 millones de ocupados, mientras que el empleo público sumó 58.300 personas, hasta superar ya los 3 millones.
El empleo se incrementó en todos los tramos de edad, excepto entre los de 30 y 34 años, pero lo hizo con más fuerza entre hombres (163.600) que entre mujeres (72.300) y entre españoles (196.600) que entre extranjeros (39.300).
Respecto al paro, los descenso de los servicios (96.800) y la industria (15.600) compensaron los incrementos de la agricultura (29.100) y la construcción (4.200), mientras que el colectivo de desempleados de larga duración experimentó un descenso del 114.900 parados menos.
En función del sexo, la caída se repartió entre mujeres (91.900) y hombres (90.700); en función de la edad, se concentró en el tramo de 25-54 años (159.800); y por nacionalidad, entre los españoles (160.900).
Por regiones, destacó el comportamiento de Baleares que, con una caída de 12.300 desempleados, dejó su tasa de paro en el 9,25 %, convirtiéndose en la primera autonomía en registrar una tasa inferior al 10 % por primera vez desde finales de 2008.
Desde los sindicatos han coincidido en alertar de la mala calidad del empleo, con elevados índices de temporalidad y precariedad, mientras que la patronal ha confiado en que la situación de inestabilidad generada en Cataluña no termine afectando al mercado laboral. EFE
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