Bilbao, . 13 de julio de 2007, El correodigital. LAURA CAORSI
EL ISLAM
¿Qué es? Una religión y, para una quinta parte de la población mundial, también una forma de vida.
¿Quiénes la practican? Los musulmanes. La mayoría viven en Indonesia y África y sólo el 18% son árabes Pero no les hacen caso. O, al menos, así ha ocurrido hasta ahora.
Sentado en un escritorio del templo musulmán, Ahmed El Hanafy explica los pasos que han dado para lograr este objetivo, amparándose en un acuerdo que firmó el Gobierno central con la Comisión Islámica de España. «Fue en 1992», recuerda este hombre egipcio afincado en las tierras vascas desde hace bastantes años. «El documento recoge la enseñanza de nuestra fe en las escuelas, para que nuestros hijos puedan acceder a ella», explica.
El problema es que las gestiones, los trámites y las consultas se han convertido, con el tiempo, en una carrera de obstáculos. «Habíamos avanzado un poco cuando estaba el PSOE en el Gobierno. Luego, todo se paralizó con las dos legislaturas del PP. Ahora se ha vuelto a mover un poco este tema, aunque va muy lento», confiesa.
La espera no le desanima, pues la idea es que comiencen a impartirse estas clases en el próximo curso lectivo. El cambio supondría una innovación en Euskadi, pero ya se ha producido en otras partes del país. «Actualmente, se están dando clases en otras comunidades como Ceuta, Melilla, Madrid, Barcelona y Zaragoza», enumera Ahmed. Aquí todavía no. «Las puertas -como dice- están cerradas».
Por supuesto, se refiere a las instituciones. «Un requisito imprescindible para implantar los nuevos cursos es que, en el colegio, haya al menos diez niños musulmanes. Nos dirigimos al Departamento de Educación del Gobierno vasco para pedir los números de cada centro y saber en cuáles se llega a esos mínimos -relata- pero nos dijeron que no».
Sin datos oficiales, la búsqueda inició otros caminos. «Empezamos a distribuir unas fichas entre las personas de nuestra comunidad que tienen hijos para que las completaran indicando dónde estudian y qué edades tienen». Les costó, pero lo consiguieron. «A finales del año pasado ya teníamos tres escuelas con más de diez alumnos musulmanes, de modo que podíamos facilitarles un profesor de religión islámica», dice. O, mejor dicho, una profesora; una «hermana musulmana» de la que ya presentaron el currículo ante las autoridades educativas autonómicas, aunque aún no han obtenido respuesta. «En realidad, ninguno de los proyectos que presentamos desde Assabil (el Centro Cultural Islámico del País Vasco) ha sido respondido. Basta con que aparezca la palabra 'Islam' en un folio para que lo descarten», lamenta.
Un pañuelo para el rap
La 'mala prensa' que recae sobre su fe y, más que eso, «el gran desconocimiento y el miedo», resultan temas inevitables en esta larga conversación con Ahmed. Lo primero que aclara es, de hecho, que los musulmanes no son una raza ni están circunscritos a ningún país en especial. «El Islam es una religión y una forma de entender la vida», de modo que hay musulmanes árabes, egipcios, europeos y americanos. Incluso vascos, como Saaber Aroz, que está presente durante la charla y también aporta su perspectiva.
«Todo lo que vemos en la televisión y todas las palabras que se asocian al Islam, como el terrorismo, están tergiversadas, no reflejan nuestra fe», dice Aroz. Y en su caso, como en el de muchos, esa fe fue una elección; el resultado de «una búsqueda espiritual».
Ambos, Ahmed y Saaber, se sonríen con un dejo de tristeza cuando les toca echar por tierra los estereotipos que potencian el fanatismo y la violencia. Les duele. Les hace gracia. Les quiebra y les causa molestia. Todo junto en un mismo trago que, muchas veces, «dificulta la relación con los vecinos de Bilbao» e impide que se gesten «proyectos positivos para todos». Porque no falta quien les señale con el dedo por la calle y sí faltan mediadores que «faciliten la relación de las pacientes musulmanas con los médicos».
«Las mujeres tienen derecho a preservar su intimidad y a ser atendidas, si lo desean, por otras mujeres y no por hombres. Pero eso muchas veces no se entiende», comenta Ahmed. Su hija Farida -la mayor de los cinco hermanos- se suma a la conversación. «La gente cree que uso el pañuelo por imposición, pero no es así. Tampoco me cuesta usar la ropa holgada. Incluso me viene bien, porque soy rapera y bailo funky. Soy una chica normal», apostilla desde sus diecisiete años con una solvencia que impresiona.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
EL ISLAM
¿Qué es? Una religión y, para una quinta parte de la población mundial, también una forma de vida.
¿Quiénes la practican? Los musulmanes. La mayoría viven en Indonesia y África y sólo el 18% son árabes Pero no les hacen caso. O, al menos, así ha ocurrido hasta ahora.
Sentado en un escritorio del templo musulmán, Ahmed El Hanafy explica los pasos que han dado para lograr este objetivo, amparándose en un acuerdo que firmó el Gobierno central con la Comisión Islámica de España. «Fue en 1992», recuerda este hombre egipcio afincado en las tierras vascas desde hace bastantes años. «El documento recoge la enseñanza de nuestra fe en las escuelas, para que nuestros hijos puedan acceder a ella», explica.
El problema es que las gestiones, los trámites y las consultas se han convertido, con el tiempo, en una carrera de obstáculos. «Habíamos avanzado un poco cuando estaba el PSOE en el Gobierno. Luego, todo se paralizó con las dos legislaturas del PP. Ahora se ha vuelto a mover un poco este tema, aunque va muy lento», confiesa.
La espera no le desanima, pues la idea es que comiencen a impartirse estas clases en el próximo curso lectivo. El cambio supondría una innovación en Euskadi, pero ya se ha producido en otras partes del país. «Actualmente, se están dando clases en otras comunidades como Ceuta, Melilla, Madrid, Barcelona y Zaragoza», enumera Ahmed. Aquí todavía no. «Las puertas -como dice- están cerradas».
Por supuesto, se refiere a las instituciones. «Un requisito imprescindible para implantar los nuevos cursos es que, en el colegio, haya al menos diez niños musulmanes. Nos dirigimos al Departamento de Educación del Gobierno vasco para pedir los números de cada centro y saber en cuáles se llega a esos mínimos -relata- pero nos dijeron que no».
Sin datos oficiales, la búsqueda inició otros caminos. «Empezamos a distribuir unas fichas entre las personas de nuestra comunidad que tienen hijos para que las completaran indicando dónde estudian y qué edades tienen». Les costó, pero lo consiguieron. «A finales del año pasado ya teníamos tres escuelas con más de diez alumnos musulmanes, de modo que podíamos facilitarles un profesor de religión islámica», dice. O, mejor dicho, una profesora; una «hermana musulmana» de la que ya presentaron el currículo ante las autoridades educativas autonómicas, aunque aún no han obtenido respuesta. «En realidad, ninguno de los proyectos que presentamos desde Assabil (el Centro Cultural Islámico del País Vasco) ha sido respondido. Basta con que aparezca la palabra 'Islam' en un folio para que lo descarten», lamenta.
Un pañuelo para el rap
La 'mala prensa' que recae sobre su fe y, más que eso, «el gran desconocimiento y el miedo», resultan temas inevitables en esta larga conversación con Ahmed. Lo primero que aclara es, de hecho, que los musulmanes no son una raza ni están circunscritos a ningún país en especial. «El Islam es una religión y una forma de entender la vida», de modo que hay musulmanes árabes, egipcios, europeos y americanos. Incluso vascos, como Saaber Aroz, que está presente durante la charla y también aporta su perspectiva.
«Todo lo que vemos en la televisión y todas las palabras que se asocian al Islam, como el terrorismo, están tergiversadas, no reflejan nuestra fe», dice Aroz. Y en su caso, como en el de muchos, esa fe fue una elección; el resultado de «una búsqueda espiritual».
Ambos, Ahmed y Saaber, se sonríen con un dejo de tristeza cuando les toca echar por tierra los estereotipos que potencian el fanatismo y la violencia. Les duele. Les hace gracia. Les quiebra y les causa molestia. Todo junto en un mismo trago que, muchas veces, «dificulta la relación con los vecinos de Bilbao» e impide que se gesten «proyectos positivos para todos». Porque no falta quien les señale con el dedo por la calle y sí faltan mediadores que «faciliten la relación de las pacientes musulmanas con los médicos».
«Las mujeres tienen derecho a preservar su intimidad y a ser atendidas, si lo desean, por otras mujeres y no por hombres. Pero eso muchas veces no se entiende», comenta Ahmed. Su hija Farida -la mayor de los cinco hermanos- se suma a la conversación. «La gente cree que uso el pañuelo por imposición, pero no es así. Tampoco me cuesta usar la ropa holgada. Incluso me viene bien, porque soy rapera y bailo funky. Soy una chica normal», apostilla desde sus diecisiete años con una solvencia que impresiona.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
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