Un estudio científico ha analizado la manera en que el cerebro 'predice' lo que están a punto de observar los órganos de la vista en un próximo movimiento.
Nuestro cerebro es capaz de 'espiar' el futuro inmediato mediante un ingenioso análisis predictivo que le permite anticiparse a la realidad que observan los ojos. Un grupo de neurocientíficos de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) analizó esta habilidad de 'predecir' aquello que aún no hemos visto. Los resultados de este trabajo fueron publicados en la revista Scientific Reports.
Los ojos se mueven y observan a nuestro alrededor antes de que el cerebro logre procesar esa información visual. Esto sucede con una frecuencia aproximada de cuatro veces por segundo, de modo que el cerebro debe procesar la imagen recibida y decidir el próximo movimiento de los ojos en apenas 250 milisegundos.
De esta forma, para evitar que nuestra mirada se fije de manera errática en objetos irrelevantes o evitar el efecto retardado al observar un objeto en movimiento, surge la necesidad anticiparse al próximo movimiento de los órganos de la visión. Se trata de un proceso similar al de los coches provistos de inteligencia artificial (IA), que aprenden a 'predecir' qué les espera más adelante en su recorrido.
Previsión en tiempo real
Para estudiar esta habilidad en los seres humanos, los científicos analizaron mediante imagen por resonancia magnética funcional (IRMf) la información enviada por el cerebro a los ojos a modo de "retroalimentación" mientras mostraban a 27 participantes una serie de ilusiones ópticas.
Las imágenes consistían en dos cuadrados que titilaban de manera alternada, generando de esta manera la ilusión de un solo cuadrado en movimiento. Los científicos escanearon la actividad neuronal de los voluntarios, mientras estos movían sus ojos. Cada vez que la mirada cambiaba de dirección, el cerebro ajustaba su predicción y actualizaba la próxima ubicación espacial esperada del cuadrado.
Un valioso aporte
De esta manera, los investigadores determinaron que el cerebro produce modelos predictivos en base a los recuerdos de situaciones y acciones similares. Este tipo de información es generada en la corteza cerebral, es decir, la capa más externa del cerebro que se encarga de procesar la visión.
"Comprender este mecanismo" es importante porque ayudará a "contribuir a la informática e inteligencia artificial inspirada en el funcionamiento del cerebro", además de hacer un valioso aporte "a nuestra investigación de enfermedades mentales", concluyó el profesor Lars Muckli, uno de los autores del trabajo.
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