La modernidad de Infante

La figura del padre de la patria andaluza ha ido creciendo con los años hasta tal punto que todos los partidos reivindican su legado por actual y clarividente

Málaga,10.08.08,diariosur.es, MARÍA DOLORES TORTOSA

<--MONUMENTO. En la carretera de Carmona, donde fue fusilado. / EFE

ALGUNAS DE SUS FRASES

«Es preciso que Andalucía haga por nosotros examen de conciencia. Que a la hora de su resurrección contribuyamos con todo nuestro entusiasmo, que todos nos sintamos igualmente redentores». ('Ideal andaluz')

«Andaluces de todos los campos y partidos, venid a esta labor, los hombres de ideas más opuestas, unidos por el ideal de una Andalucía grande y redimida». ('Manifiesto de Córdoba')

«Andalucía por sí, España y la humanidad no es una fórmula arbitraria, es una expresión síntesis de la historia de Andalucía». ('La verdad sobre el complot de Tablada')

«Cien generaciones de antepasados ilustres, arrebujados en la entraña milenaria de Andalucía, tiemblan de júbilo sintiendo que su obra de maravilla puede llegar a ser continuada». Esta frase escrita por el padre de la patria andaluza hace ocho décadas bien puede aplicársele a él mismo hoy. La figura de Blas Infante ha ido creciendo a medida que se ha consolidado la autonomía andaluza. Hasta tal punto que ha conseguido algo difícil en los tiempos actuales: unanimidad en cuanto a su legado de todas las fuerzas políticas.

Blas Infante, que no fue ni comunista, ni socialista y tampoco de derechas, que se sintió republicano y que, como muchos intelectuales de la época, simpatizó con ideas anarquistas, es hoy un referente que se atribuyen tanto el PSOE, como el PP o Izquierda Unida, además del PA, que se autoproclamó su heredero y durante un tiempo patrimonializó su figura.

El PP incluirá en su ponencia política del congreso regional de septiembre referencias al andalucismo constitucional y a Blas Infante. El PSOE llegó a debatir incluso en su reciente congreso regional de julio si suscribir a Blas Infante como «principal referencia» política, lo que finalmente matizó para considerarlo sólo como una referencia más. Aún así, el documento nombra varias veces a Infante, algo impensable en la transición, cuando la calle se llenaba de pancartas y banderas por la autonomía. Izquierda Unida ha abanderado la propuesta para suprimir la sentencia de muerte contra Infante.

Herencia

¿Qué es lo que ha llevado a la coincidencia de todas las formaciones en apuntarse a la herencia de Blas Infante? Casi todas admiten un interés electoral. El progresivo decaimiento del PA, tras perder el poder en la Junta y quedar sin representación en el Parlamento, ha propiciado una pugna por captar los votos del andalucismo.

Cuatro políticos del PSOE, PP, PA e IU (y a la vez estudiosos y conocedores de los escritos de Blas Infante) consultados por este periódico inciden en algo más que el interés electoral para comprender el por qué de este 'in crescendo' de la figura del político malagueño. Tanto Fernando Arcas (PSOE), como Antonio Garrido (PP), ambos profesores de la Universidad de Málaga, como el ex diputado Antonio Romero (IU) y el historiador José Calvo Poyato (PA) coinciden en la actualidad de su pensamiento político, entre cuyos escritos destaca 'Ideal andaluz'. Y también en que «es patrimonio de todos los andaluces, no de ningún partido».

Fernando Arcas recuerda que Infante era un intelectual perteneciente a la élite social (era notario), que se mostró muy implicado y comprometido con la realidad social andaluza. Romero incide en que defendió a los jornaleros y fue muy crítico con la oligarquía campesina. Garrido añade que «no soportaba las injusticias» y arremetía contra los terratenientes que vivían de las rentas en Madrid mientras los jornaleros «se morían de hambre». Escribió contra la miseria campesina«clavada en la conciencia desde mi infancia» y fue partidario de la reforma agraria.

Pero era además, subraya Arcas, un «intelectual de acción» que entra muy joven en política, aunque al margen de los grandes partidos. «No era de derechas, era un hombre progresista», dice Antonio Romero. «De una tradición humanista, individualista y utópica», añade Garrido.

Arcas, profesor de Historia Contemporánea, subraya la «clarividencia» y la «gran anticipación» que tuvo Infante, quien vio la solución a los problemas de Andalucía en su autonomía política ligada a la democracia, en que se afianzaran sus señas de identidad y se diera confianza. En este sentido, Arcas ve la modernidad de su pensamiento y la razón por la que su figura ha ido creciendo a medida que la autonomía se ha consolidado y se ha hecho realidad lo que predijo.

El 'adn' del poder andaluz

Romero subraya que puso los anclajes, el 'adn' del poder andaluz, un poder que «plantea desde el federalismo, nunca desde la separación de España». En esto incide especialmente Antonio Garrido. Para el catedrático de Lengua y Literatura, su concepción regionalista lo separa de los teóricos nacionalistas catalanes y vascos de entonces y es lo que a la larga le ha hecho «de una modernidad absoluta». Coetáneo a los grandes intelectuales del 98, Infante propugnó un nacionalismo integrado en España, no excluyente. Era una voz minoritaria entre las voces «contra Castilla» de nacionalistas catalanes y vascos.

Infante se anticipó al colocar a Andalucía como parte decisiva del concierto español, incide Arcas. Desde la transición, el papel equilibrador de Andalucía en la España de las autonomías ha sido decisivo.

José Calvo Poyato destaca la insistencia de Infante en poner en valor las señas de identidad andaluzas. «En un mundo tan globalizado como el de hoy, creo que eso tiene particular relevancia» y agrega que por ello su legado «no pierde frescura». Unas señas que basa en la síntesis cultural de Andalucía (griegos, romanos, musulmanes judíos, cristianos...) y aunque en opinión de Arcas, «idealizó el pasado musulmán de Andalucía», está claro que acertó al defender una apertura exterior pro África. Hoy Marruecos es el principal país en la política exterior de la Junta de Andalucía.

Calvo Poyato subraya que su mensaje de una «España solidaria» tiene una gran vigencia. Garrido, que destaca la belleza poética de sus escritos, incluso ve que fue un «adelantado» a los postulados de Naciones Unidas, cuando defiende «la solidaridad entre los pueblos».

Intuiciones todas ellas que Infante preveía hacer realidad en la República, cuando lideró la elaboración del Estatuto de Autonomía que la guerra civil truncó. Infante fue fusilado el 11 de agosto de 1936. Cuatro años después fue condenado por un tribunal militar. Tal injusticia debe ser corregida, opina Antonio Romero, quien logró del Parlamento un apoyo unánime a su propuesta para que sea anulada la sentencia. Un reconocimiento tardío que coincide con el interés por el estudio de su obra, al que ayuda la fundación de su nombre y el Centro de Estudios Andaluces, que organizó el PA durante su etapa en la Junta.

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