Roberto Tottoli, uno de los mayores especialistas europeos en el corán
El catedrático italiano habló de las vinculaciones históricas entre el islamismo, el judaísmo y el cristianismo. Afirma que es un error pensar que los textos sagrados tienen una sola interpretación posible.
Buenos Aires,27.08.2008, criticadigital.com.-
“Parte del miedo que hay en Occidente hacia el islam viene de la necesidad de crearse un adversario a toda costa”, asegura el académico italiano Roberto Tottoli, doctor en estudios islámicos, que está de visita en la Argentina para brindar conferencias acerca de los vínculos entre Oriente y Occidente y el rol de las religiones.
En el edificio de la Sociedad Islámica Argentina, flanqueado por el presidente de la institución y por el titular de la cátedra Juan Pablo II de la Universidad Católica Argentina, el italiano dialogó con Crítica de la Argentina acerca de los vínculos históricos entre el cristianismo, el judaísmo y el islam y sobre los vínculos entre el mundo musulmán y el occidental.
–¿Qué similitudes hay entre los relatos del Antiguo y del Nuevo Testamento y del Corán?
–Hay una relación profundísima: en el Corán debe haber un 30% de partes dedicadas a personajes bíblicos. Si pensamos qué cuenta el Corán del pasado, casi todas las antiguas figuras son de profetas que vienen de la tradición bíblica. El Corán tiene profetas enviados, patriarcas, con toda la historia sacra de la tradición del Antiguo y el Nuevo Testamento que va hasta Jesús. Por lo tanto, hay un legado constitutivo. La definición propia de la profecía de Mahoma pasa por reutilizar y dar una reinterpretación a aquel dato de la profecía bíblica. No es una relación secundaria o poco relevante, es el fundamento de la profecía de Mahoma.
–¿Qué coincidencias hay en la construcción de la figura central de cada uno de los textos?
–Hay una diferencia fundamental en la construcción de las figuras proféticas. La historia de la Biblia está ordenada cronológicamente, desde la creación, como la historia hebraica y también la evangélica. Mientras que el Corán es un texto que recoge las revelaciones recibidas por Mahoma en el curso del tiempo y que, por lo tanto, conserva los testimonios de los profetas con la idea de dar un ejemplo, una simplificación, de la profecía de Mahoma. Por lo tanto, las historias no están en orden cronológico e, incluso, a veces se repiten. Y es un texto que muchas veces aparece alejado de la narración histórica porque se puede decir que el Corán sólo evoca esa historia, dando por descontado que la primera comunidad de creyentes conocía la historia del profeta. De ahí la riqueza de toda la literatura que intenta completar y explicar el Corán. Eso está lejos de la historia de la Biblia, que es una narración más histórica y articulada, algo que el Corán, por preservar los testimonios, no es.
–Hay una sensación de que el islamismo cada vez tiene más fieles y el catolicismo menos. ¿Es así? ¿Eso tiene que ver con la Biblia y el Corán?
–No lo sé. Algunos en Europa hablaban del fin de la religión, cosa que no sucedió. El cristianismo no parece estar en grave dificultad, aunque aparecen nuevos fenómenos, nuevas iglesias. No sé si esto puede ser relacionado con la vinculación directa con los textos que ofrecen las nuevas Iglesias y con que el catolicismo tiene una jerarquía que no permite esa relación. No estoy convencido de que así lo sea. También el presunto resurgimiento islámico en los últimos veinte o treinta años habla más de situaciones políticas generales que de aspectos interiores de la fe. No creo que hoy el mundo islámico denote condiciones de fe más acentuadas respecto de años pasados. Ésta es una imagen esparcida por la política y los medios. La Iglesia cristiana no está en una regresión continua, aunque sí en una situación distinta respecto de otras generaciones.
–¿Qué opina de las distintas interpretaciones del islam o el Corán, desde los talibanes hasta Egipto? ¿Son todas válidas?
–Como historiador de la religión con un conocimiento derivado del estudio y de la lectura de la historia y de los textos, y no como una persona de fe, creo que una de las riquezas del islam es la pluralidad de interpretaciones. Quienes buscan imponer una visión única chocan decididamente con la historia musulmana. La lectura del Corán siempre es fascinante: sus pasajes siempre fueron interpretados de manera distinta, y tenemos testimonios de oposiciones internas desde el comienzo de la historia del islam. Por lo tanto, los problemas surgen cuando alguno quiere imponer una visión que no está relacionada con la pluralidad de interpretaciones que habilita. Todas las lecturas son legítimas, salvo las que se pretenden como las únicas posibles.
–¿Por qué el islamismo es visto desde varios lugares de Occidente como peligroso? ¿Qué posibilidades de convivencia y tolerancia observa?
–Cierta parte del miedo viene de la necesidad de crearse un adversario a toda costa. Y, a veces, en el mundo contemporáneo esto se da por necesidad política o de simplificación. Occidente hizo del islam un enemigo. La caracterización de algo que se desconoce como un adversario peligroso simplifica demasiado. En el caso italiano, como en todo el mundo en 2001, hubo una emergencia de una corriente antiislámica. Muchos periodistas y escritores han hecho fortuna escribiendo libros fomentando ese miedo. Hoy, cuando han pasado siete años, se ve que esta inminente peligrosidad apocalíptica no está más. Ahora en Italia se habla de la peligrosidad de los europeos del Este, por ejemplo. Creo que la convivencia en paz puede darse bajo el marco jurídico en el interior del terreno nacional.
En Italia, por ejemplo, las organizaciones comunitarias musulmanas no tienen ningún problema en adaptarse a la ley. Gran parte de los comportamientos son aceptados. Otros, como la poligamia, no lo son, pero no es un problema mayoritario de la comunidad musulmana. Después, la cuestión del peligro representado por el islam no deriva de la imposibilidad de crear modelos de convivencia en el interior de los territorios occidentales, sino de un miedo sobre un problema de actualidad y de problemática externa a la comunidad musulmana que vive en el mundo occidental.
En general, creo que hay una entidad muy poco numerosa que profesa deliberadamente una oposición importante frente al mundo occidental. Y entonces Estados Unidos o Europa hacen de todo para encontrar motivos para hablar de una contraposición entre dos modelos de civilización
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
El catedrático italiano habló de las vinculaciones históricas entre el islamismo, el judaísmo y el cristianismo. Afirma que es un error pensar que los textos sagrados tienen una sola interpretación posible.
Buenos Aires,27.08.2008, criticadigital.com.-
“Parte del miedo que hay en Occidente hacia el islam viene de la necesidad de crearse un adversario a toda costa”, asegura el académico italiano Roberto Tottoli, doctor en estudios islámicos, que está de visita en la Argentina para brindar conferencias acerca de los vínculos entre Oriente y Occidente y el rol de las religiones.
En el edificio de la Sociedad Islámica Argentina, flanqueado por el presidente de la institución y por el titular de la cátedra Juan Pablo II de la Universidad Católica Argentina, el italiano dialogó con Crítica de la Argentina acerca de los vínculos históricos entre el cristianismo, el judaísmo y el islam y sobre los vínculos entre el mundo musulmán y el occidental.
–¿Qué similitudes hay entre los relatos del Antiguo y del Nuevo Testamento y del Corán?
–Hay una relación profundísima: en el Corán debe haber un 30% de partes dedicadas a personajes bíblicos. Si pensamos qué cuenta el Corán del pasado, casi todas las antiguas figuras son de profetas que vienen de la tradición bíblica. El Corán tiene profetas enviados, patriarcas, con toda la historia sacra de la tradición del Antiguo y el Nuevo Testamento que va hasta Jesús. Por lo tanto, hay un legado constitutivo. La definición propia de la profecía de Mahoma pasa por reutilizar y dar una reinterpretación a aquel dato de la profecía bíblica. No es una relación secundaria o poco relevante, es el fundamento de la profecía de Mahoma.
–¿Qué coincidencias hay en la construcción de la figura central de cada uno de los textos?
–Hay una diferencia fundamental en la construcción de las figuras proféticas. La historia de la Biblia está ordenada cronológicamente, desde la creación, como la historia hebraica y también la evangélica. Mientras que el Corán es un texto que recoge las revelaciones recibidas por Mahoma en el curso del tiempo y que, por lo tanto, conserva los testimonios de los profetas con la idea de dar un ejemplo, una simplificación, de la profecía de Mahoma. Por lo tanto, las historias no están en orden cronológico e, incluso, a veces se repiten. Y es un texto que muchas veces aparece alejado de la narración histórica porque se puede decir que el Corán sólo evoca esa historia, dando por descontado que la primera comunidad de creyentes conocía la historia del profeta. De ahí la riqueza de toda la literatura que intenta completar y explicar el Corán. Eso está lejos de la historia de la Biblia, que es una narración más histórica y articulada, algo que el Corán, por preservar los testimonios, no es.
–Hay una sensación de que el islamismo cada vez tiene más fieles y el catolicismo menos. ¿Es así? ¿Eso tiene que ver con la Biblia y el Corán?
–No lo sé. Algunos en Europa hablaban del fin de la religión, cosa que no sucedió. El cristianismo no parece estar en grave dificultad, aunque aparecen nuevos fenómenos, nuevas iglesias. No sé si esto puede ser relacionado con la vinculación directa con los textos que ofrecen las nuevas Iglesias y con que el catolicismo tiene una jerarquía que no permite esa relación. No estoy convencido de que así lo sea. También el presunto resurgimiento islámico en los últimos veinte o treinta años habla más de situaciones políticas generales que de aspectos interiores de la fe. No creo que hoy el mundo islámico denote condiciones de fe más acentuadas respecto de años pasados. Ésta es una imagen esparcida por la política y los medios. La Iglesia cristiana no está en una regresión continua, aunque sí en una situación distinta respecto de otras generaciones.
–¿Qué opina de las distintas interpretaciones del islam o el Corán, desde los talibanes hasta Egipto? ¿Son todas válidas?
–Como historiador de la religión con un conocimiento derivado del estudio y de la lectura de la historia y de los textos, y no como una persona de fe, creo que una de las riquezas del islam es la pluralidad de interpretaciones. Quienes buscan imponer una visión única chocan decididamente con la historia musulmana. La lectura del Corán siempre es fascinante: sus pasajes siempre fueron interpretados de manera distinta, y tenemos testimonios de oposiciones internas desde el comienzo de la historia del islam. Por lo tanto, los problemas surgen cuando alguno quiere imponer una visión que no está relacionada con la pluralidad de interpretaciones que habilita. Todas las lecturas son legítimas, salvo las que se pretenden como las únicas posibles.
–¿Por qué el islamismo es visto desde varios lugares de Occidente como peligroso? ¿Qué posibilidades de convivencia y tolerancia observa?
–Cierta parte del miedo viene de la necesidad de crearse un adversario a toda costa. Y, a veces, en el mundo contemporáneo esto se da por necesidad política o de simplificación. Occidente hizo del islam un enemigo. La caracterización de algo que se desconoce como un adversario peligroso simplifica demasiado. En el caso italiano, como en todo el mundo en 2001, hubo una emergencia de una corriente antiislámica. Muchos periodistas y escritores han hecho fortuna escribiendo libros fomentando ese miedo. Hoy, cuando han pasado siete años, se ve que esta inminente peligrosidad apocalíptica no está más. Ahora en Italia se habla de la peligrosidad de los europeos del Este, por ejemplo. Creo que la convivencia en paz puede darse bajo el marco jurídico en el interior del terreno nacional.
En Italia, por ejemplo, las organizaciones comunitarias musulmanas no tienen ningún problema en adaptarse a la ley. Gran parte de los comportamientos son aceptados. Otros, como la poligamia, no lo son, pero no es un problema mayoritario de la comunidad musulmana. Después, la cuestión del peligro representado por el islam no deriva de la imposibilidad de crear modelos de convivencia en el interior de los territorios occidentales, sino de un miedo sobre un problema de actualidad y de problemática externa a la comunidad musulmana que vive en el mundo occidental.
En general, creo que hay una entidad muy poco numerosa que profesa deliberadamente una oposición importante frente al mundo occidental. Y entonces Estados Unidos o Europa hacen de todo para encontrar motivos para hablar de una contraposición entre dos modelos de civilización
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
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