Berlín,06/08/2008,lavanguardia.es,Isidre Ambrós.-
El líder populista austriaco Jörg Haider, ha decidido regresar a la primera línea de la política de su país. es encabezar las listas partido el BZÖ (Alianza para el Futuro de Austria) en las próximas elecciones, que tendrán lugar el 28 de septiembre.
"No hay otro cabeza de lista posible. Cualquier otra persona perjudicaría al BZÖ", ha declarado Peter Westenthaler, que desde el 2006 es el presidente de este partido nacido en el 2005, como una escisión del Partido Liberal (FPÖ) provocada por Haider.
El actual presidente de la región de Carintia, cargo que ocupa desde 1999, mantiene por ahora una actitud prudente acerca de su candidatura. No obstante ya ha dado a entender que piensa jugar fuerte en la escena política austriaca. Aspira, sin duda, a que el BZÖ se convierta en imprescindible para gobernar su país y a obtener un cargo importante en el Ejecutivo de Viena.
"Presentaremos un equipo atractivo y yo podría, por supuesto, aportar alguna cosa, especialmente tras el descrédito total del gobierno de gran coalición entre socialdemócratas y democristianos", dijo Haider el sábado.
Este político austriaco conocido por sus posiciones xenofobas y racistas, que ha marcado la vida política de su país durante los últimos veinte años, aspira ahora a volver a jugar un papel importante. La actual situación social y económica por la que atraviesa Europa le favorece.
La Unión Europea (UE) discute y aplica ahora unas medidas que Haider ya defendía en los años 90, sobre la necesidad de frenar la immigración, que causa una sensación de inseguridad laboral en épocas de incertidumbre económica como la actual.
En febrero del 2000, los entonces catorce socios de la UE congelaron todos los contactos oficiales y políticos con Austria a escala bilateral immediatamente después de la toma de posesión del gobierno austriaco, del que formaban parte miembros del utraderechista partido de Haider.
Como consecuencia de la presión ejercida por la UE este político, que en 1987 se convirtió en millonario al heredar unas tierras en Carintia de su tio-abuelo nazi, que habían sido expropiadas a sus propietarios judios, se retiró de la política nacional. Haider se dedicó de lleno a gobernar esta región, que preside desde 1999 y donde ha dejado su impronta.
Así, esta región situada en el sur de Austria, prohibió en febrero edificar mezquitas y alminares, al aprobar una ley que regula el aspecto externo de los edificios. En ella no se citan explícitamente los centros de culto musulmanes y sólo se mencionan "obras de grandes dimensiones" que no estén en línea con la arquitectura local. Haider dijo que la decisión es "una guía para Europa ante el avance del islam" en el continente.
Este político, que los analistas de su país definen como demagogo y populista, aspira en los próximos comicios a volver a obtener el tercio de votos que logró en 1999, cuando su entonces partido FPÖ entró en el gobierno.
Las esperanzas de Haider se basan ahora en que en las últimas elecciones del 2006, las dos formaciones de ultraderecha, FPÖ y BZÖ, fueron las únicas que ganaron votos. Arrebataron más de 300.000 votos a los grandes partidos, debido al miedo de los electores a una invasión incontrolada de emigrantes ya la consiguiente inseguridad laboral. Una situación que podría repetirse. Las urnas lo dirán.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
El líder populista austriaco Jörg Haider, ha decidido regresar a la primera línea de la política de su país. es encabezar las listas partido el BZÖ (Alianza para el Futuro de Austria) en las próximas elecciones, que tendrán lugar el 28 de septiembre.
"No hay otro cabeza de lista posible. Cualquier otra persona perjudicaría al BZÖ", ha declarado Peter Westenthaler, que desde el 2006 es el presidente de este partido nacido en el 2005, como una escisión del Partido Liberal (FPÖ) provocada por Haider.
El actual presidente de la región de Carintia, cargo que ocupa desde 1999, mantiene por ahora una actitud prudente acerca de su candidatura. No obstante ya ha dado a entender que piensa jugar fuerte en la escena política austriaca. Aspira, sin duda, a que el BZÖ se convierta en imprescindible para gobernar su país y a obtener un cargo importante en el Ejecutivo de Viena.
"Presentaremos un equipo atractivo y yo podría, por supuesto, aportar alguna cosa, especialmente tras el descrédito total del gobierno de gran coalición entre socialdemócratas y democristianos", dijo Haider el sábado.
Este político austriaco conocido por sus posiciones xenofobas y racistas, que ha marcado la vida política de su país durante los últimos veinte años, aspira ahora a volver a jugar un papel importante. La actual situación social y económica por la que atraviesa Europa le favorece.
La Unión Europea (UE) discute y aplica ahora unas medidas que Haider ya defendía en los años 90, sobre la necesidad de frenar la immigración, que causa una sensación de inseguridad laboral en épocas de incertidumbre económica como la actual.
En febrero del 2000, los entonces catorce socios de la UE congelaron todos los contactos oficiales y políticos con Austria a escala bilateral immediatamente después de la toma de posesión del gobierno austriaco, del que formaban parte miembros del utraderechista partido de Haider.
Como consecuencia de la presión ejercida por la UE este político, que en 1987 se convirtió en millonario al heredar unas tierras en Carintia de su tio-abuelo nazi, que habían sido expropiadas a sus propietarios judios, se retiró de la política nacional. Haider se dedicó de lleno a gobernar esta región, que preside desde 1999 y donde ha dejado su impronta.
Así, esta región situada en el sur de Austria, prohibió en febrero edificar mezquitas y alminares, al aprobar una ley que regula el aspecto externo de los edificios. En ella no se citan explícitamente los centros de culto musulmanes y sólo se mencionan "obras de grandes dimensiones" que no estén en línea con la arquitectura local. Haider dijo que la decisión es "una guía para Europa ante el avance del islam" en el continente.
Este político, que los analistas de su país definen como demagogo y populista, aspira en los próximos comicios a volver a obtener el tercio de votos que logró en 1999, cuando su entonces partido FPÖ entró en el gobierno.
Las esperanzas de Haider se basan ahora en que en las últimas elecciones del 2006, las dos formaciones de ultraderecha, FPÖ y BZÖ, fueron las únicas que ganaron votos. Arrebataron más de 300.000 votos a los grandes partidos, debido al miedo de los electores a una invasión incontrolada de emigrantes ya la consiguiente inseguridad laboral. Una situación que podría repetirse. Las urnas lo dirán.
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