El Gobierno defiende este paso como una "medida contra el adoctrinamiento religioso y la estigmatización"
La nueva legislación contempla penas de hasta 440 euros de multa para los padres de las menores que no la cumplan
El Parlamento de Austria ha aprobado este miércoles por mayoría simple la prohibición del uso del velo o pañuelo islámico en las escuelas de enseñanza primaria. El Gobierno defiende este paso como una "medida contra el adoctrinamiento religioso y la estigmatización".
La nueva legislación, que afectará a niñas de entre 6 y 10 años y que contempla penas de hasta 440 euros de multa para los padres de las menores que no la cumplan, ha sido aprobada con los votos del Partido Popular Austríaco (ÖVP) y del partido ultranacionalista FPÖ, que integran la coalición de Gobierno.
Otro de los objetivos de esta medida es proteger a los menores de una supuesta "sexualización temprana", ha señalado Heinz-Christian Strache, vicecanciller y líder del FPÖ. No obstante, varios expertos han advertido de que la normativa podría vulnerar diversos principios de la Constitución, como el de la libertad de fe, la no discriminación y la disposición de que las condiciones jurídicas que regulan el funcionamiento escolar requieren de dos tercios de los votos para su adopción.
"No veo que el intento de integrar mediante multas sea la solución. Son necesarias otras medidas adicionales", ha declarado este miércoles el socialdemócrata Heinrich Himmer, presidente del Consejo Escolar del Ayuntamiento de Viena.
El Partido Socialdemócrata, el mayor de la oposición, y la liberal NEOS se habían mostrado dispuestos a apoyar la ley bajo la condición de que, junto al veto al velo, se aprobara un paquete de medidas para facilitar la integración de inmigrantes y refugiados.
No obstante, el Gobierno ha rechazado negociar el proyecto, por lo que la medida se ha adoptado finalmente como ley simple, y no constitucional. Esa vía de aprobación conlleva así un "riesgo legislativo", ya que podría ser "impugnable" ante el Tribunal Constitucional, según ha explicado a la agencia APA el jurista Bernd-Christian Funk.
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