El ministro del Interior, Horst Seehofer, intervino en una nueva sesión de la Conferencia Alemana para el Islam. Es un foro de diálogo entre Estado y organizaciones musulmanes. Seehofer desea promover un nuevo enfoque.
Más de un año después de las últimas elecciones al Parlamento alemán y más de 20 meses después de su última reunión plenaria, vuelve a celebrarse la Conferencia Alemana sobre el Islam. Horst Seehofer, ministro alemán del Interior, intervino este miércoles (28.11.2018) en Berlín en el encuentro, un foro concebido para el diálogo entre Estado y organizaciones musulmanas. Pero Seehofer desea impulsar un nuevo enfoque, aunque el objetivo básico de la Conferencia permanece: una mejor integración social y religiosa de los alrededor de 4.5 millones de musulmanes que viven en Alemania.
Los temas de las dos jornadas de encuentro de este año giran alrededor de la formación de los imanes en Alemania y las formas de impulsar la integración en el país. El asunto de la formación de imanes suscita una serie de cuestiones que ya en los últimos años de la pasada legislatura desataron controversia: la situación de la teología islámica en la enseñanza superior alemana, la financiación de imanes y mezquitas desde el extranjero y la necesidad de una mayor financiación por parte de las comunidades musulmanas del país.
¿Impuesto a las mezquitas?
"El objetivo debe ser que las mezquitas de Alemania no dependan de la ayuda financiera del extranjero", dijo hace unos días Markus Kerber, secretario de Estado de interior al diario Bild. ¿Significa eso introducir un impuesto a los musulmanes tal y como el que pagan los cristianos en Alemania para financiar el trabajo de su Iglesia? Kerbes advirtió de que la condición para poner un nuevo impuesto es que las mezquitas cumplan con todos los requisitos básicos de las leyes alemanas. Y, para llegar ahí, parece claro que queda un largo trecho.
Al inicio de la Conferencia Alemana sobre el Islam, Seehofer destacó el nombre de varias personalidades musulmanas presentes en el comité de esta edición, que suponen un contrapeso a los representantes de las asociaciones de musulmanes del país. Por ejemplo, Seyran Ates, fundadora de la mezquita liberal Ibn-Rushd de Berlín. También Ahmad Mansour, psicólogo y experto en islamismo. Ambos defienden abiertamente en Alemania un islam secular. Los representantes de influyentes asociaciones musulmanas, entre otros, Aiman Mazyek, presidente del Consejo Central de Musulmanes, y Abdurrahman Atasoy, de la Unión religiosa Turco-Islámica (DITIB) tendrán que debatir también con estas personalidades.
La nueva mezquita central de Colonia, inaugurada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Para entender la importancia de este paso, basta echar un vistazo al comité de la pasada Conferencia Alemana sobre el Islam. Desde 2013 no pertenecía a él ninguna personalidad individual, sino solo representantes de asociaciones musulmanas. Así pues, quedaron fuera del debate cuestiones básicas, como la libertad dentro de la religión, y todo giró alrededor de cuestiones más pragmáticas: trabajo social, aportaciones de los jóvenes, asistencia espiritual en las prisiones…
¿Pertenece el islam a Alemania?
Fue Markus Kerber, secretario de Estado de interior, quien echó a andar la Conferencia Alemana sobre el Islam allá en 2006, bajo los auspicios de Wolfgang Schäuble, en aquel entonces ministro del interior. En 2011, Kerber asumió un puesto directivo en la Asociación Federal de la Industria Alemana, pero, hace unos meses, el actual ministro del Interior, Horst Seehofer, rescató a Kerber para la política. Ahora Kerber quiere dar mayor impulso a "su” antiguo proyecto. Se trata de algo importante para su actual jefe, Seehofer, quien el pasado mes de marzo de 2018, tras aterrizar en su puesto como ministro del Interior, dijo que "el islam no pertenece a Alemania”, puesto que Alemania está "marcada por el cristianismo”.
El mensaje era: "Los musulmanes deben vivir con nosotros, no junto a nosotros ni contra nosotros”. En aquel momento, Seehofer, que también era líder del partido conservador bávaro CSU, escogía muy bien las palabras, porque se acercaba la contienda electoral en Baviera. Pocos días después, Angela Merkel se manifestó al respecto en su primera declaración como canciller reelecta: "Sin duda nuestro país tiene una herencia cristiana y judía”. Pero, con alrededor de 4.5 millones de musulmanes, "el islam ya forma parte de Alemania”. Hoy el tono de Seehofer fue muy distinto al del pasado mes de marzo. El ministro alemán aseguró "apoyar desde el ministerio la diversidad musulmana y su identidad alemana”. El objetivo es "un islam en, desde y para Alemania”.
La Conferencia Alemana sobre el Islam es una excepción en el terreno internacional. Solo Austria va en algunos aspectos un poco por delante de Alemania. Por ejemplo, allí los imanes son financiados con el dinero de las comunidades de musulmanes. Una portavoz de ministerio del Interior dijo a Deutsche Welle que en muchos países existen "diálogos organizados entre el Estado y los musulmanes o los representantes de sus asociaciones”. Y mencionó Austria, Países Bajos, Reino Unido y Francia. Pero los respectivos formatos de diálogo en estos países no son comparables con el de la Conferencia Alemana sobre el Islam. "En los países del sur de Europa no hay encuentros comparables organizados por el lado estatal”, dijo a Deutsche Welle Lluis Flaquer, sociólogo radicado en Barcelona.
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