El imam conduce la oración (Foto: Guerrero)
Frente a los nueve mil feligreses que en 2015 acudieron al rezo por la pascua, en esta ocasión apenas si superaron los 2.500
Melilla celebró ayer la festividad del Aid el Kebir, la pascua musulmana del sacrificio marcada por el desabastecimiento de corderos, lo que provocó que cientos de melillenses tuvieran que desplazarse a Marruecos para poder celebrar la fiesta con sus familiares. De hecho, se estima que ayer tan sólo se sacrificaron en la ciudad, en el matadero, las carpas habilitadas por la Ciudad Autónoma en tres barriadas y los hogares de melillenses, unos 950 animales, frente a los seis mil de hace apenas tres años.
La jornada se inició con el rezo multitudinario que desde hace varias décadas viene organizando la Comisión Islámica de Melilla (CIM) en el parque situado junto al Tercio Gran Capitán I de la Legión y que en esta ocasión fue seguido por unos dos mil feligreses, frente a los nueve mil de 2015, según reconocieron los promotores.
Amaruch Mohamedi, portavoz de la gestora de la CIM reconoció ayer que el número de asistentes al rezo "ha descendido bastante" en comparación a otras ediciones, aunque señaló que en el Aid la afluencia suele ser relativamente inferior a la pascua chica porque muchas familias se marchan a Marruecos.
"Este año el éxodo a Marruecos ha sido mayor por circunstancias especiales, como la carencia de corderos, y el desabastecimiento ha sido un factor importante, porque una gran mayoría de musulmanes se ha quedado sin poder sacrificar, no por no tener dinero o medios, sino por inexistencia de corderos", aseguró.
Mohamedi dejó de manifiesto que la CIM ha apostado "siempre por colaborar con las instituciones y queremos trabajar por la paz y la convivencia porque Melilla es símbolo de convivencia, donde viven cuatro culturas y queremos que sea una ciudad de encuentro de todas las cultural, del respeto" mutuo.
Considera el portavoz de la CIM que lo que ha ocurrido con el tema de la importación de corderos desde Marruecos, "es algo puntual" y se ofrecen a trabajar para que esto no vuelva a ocurrir: "tenemos que trabajar y aquí están nuestras manos para trabajar con las personas de buena voluntad que quieran un objetivo serio y bueno para la ciudad".
Sobre qué hacer para que ningún melillense se quede sin cordero el próximo año, indicó que el escollo ha sido una restricción de tipo sanitaria por el foco de fiebre aftosa detectado en Marruecos, y "si se levantan la restricción, puede que se permita la entrada de corderos, y abastecer a la ciudad de animales, se pasen o no desde Marruecos".
Reconoció que los ganaderos de la ciudad "no han querido hacer una inversión mayor" adquiriendo animales desde la península por temor a tener pérdidas mayores.
El sentido del Aid
El Aid el Kebir, la pascua del sacrificio rememora que el profeta Abrahán estuvo dispuesto a inmolar a su propio hijo por amor a Dios aunque el Todopoderoso, convencido de su fe real, le animó a sacrificar en su lugar a un cordero.
El portavoz de la CIM agradeció la colaboración de la Ciudad Autónoma y de los voluntarios de la entidad "que gracias a su trabajo y esfuerzo se ha podido realizar el rezo del Aid, un día muy especial porque es la fiesta del sacrificio, la más grande que tiene la comunidad musulmana". Explicó que el sacrificio es una tradición marcada por el profeta que, tras institucionalizarse, se viene celebrando desde hace 1437 años.
"Desde aquí me gustaría felicitar a la comunidad musulmana y a la población de Melilla, y destacar la importancia que tiene esta fiesta para nosotros, porque es un día de acción de gracias a Dios", detalló. Amaruch Mohamedi manifestó que el Aid el Kebir es "un día de convivencia, de estar con la familia, de intercambiar felicitaciones, es una jornada importante porque se refuerzan los lazos familiares que es algo que nos recomienda el profeta". Es una jornada también "para resolver diferencias y hacer las paces".
Recordó que en la pascua se debe sacrificar un cordero que cumpla una serie de condiciones, como tener más de seis meses de vida, no presentar taras y estar sano. También se pueden sacrificar cabras o chivos mayores de un año. Asimismo, "se puede sacrificar una vaca a repartir entre siete personas o incluso un camello para siete personas, como se hacía antiguamente".
Familias
Una vez realizada la operación de limpieza del animal, se inicia el trabajo de las amas de casa, que se afanan en preparar los sabrosos y condimentados platos típicos bereberes. Cumpliendo también con la tradición, los musulmanes entregaron parte de la carne del animal sacrificado a personas más pobres, porque compartir también engrandece el alma. Los pinchitos de hígado y los callos constituyen los primeros platos, tras los que, con la carne ya más reposada, llegarán los exquisitos guisos de las patas de cordero especiadas y otras exquisiteces culinarias de la variada gastronomía rifeña.
A lo largo de estos días se suceden, en torno a la mesa, los encuentros entre familiares, amigos y vecinos, con los que compartir unos entrañables momentos de hermandad.
En el Aid el Kebir se rememora la reafirmación de fe que demostró Abrahán, aceptando la difícil prueba que le impuso Dios de sacrificar a su hijo primogénito, Ismael, en la ciudad de Minan, ahora tierra santa de La Meca. Sin embargo, el arcángel Gabriel, por imperativo divino, según las sagradas escrituras, detuvo en el último momento al siervo de Dios y le ofreció un cordero para que lo sacrificara en lugar de su hijo.
Esta es tan bien la fecha que muchos creyentes utilizan para realizar la peregrinación a la Meca.La fiesta se desarrolló sin incidentes en Melilla.
Sacrificio de animales en las carpas (Foto: Guerrero)
Sólo 20 sacrificios en carpas y matadero
Seguidamente, tras el rezo, llegó el momento del sacrificio en el que rememorar al profeta Abrahán. Con ayuda de toda la familia y la expectación de los niños que viven con entusiasmo la tradición, los cabeza de familia procedieron a sacrificar el cordero, con un corte certero en la yugular para evitar el sufrimiento al animal y su desangrado completo y controlado. El desabastecimiento de animales que por tercer año consecutivo sufrió Melilla provocó que este año apenas si se sacrificaran entre 900 y 950 animales, frente a los seis mil de 2015.
Según datos aportados ayer tarde por la Consejería de Presidencia y Salud Pública, en el matadero municipal se sacrificaron en total 9 borregos y dos toros; mientras que en el punto de sacrificio habilitado en Las Palmeras, se sacrificó un solo animal. En el punto de Cabrerizas no se realizaron sacrificios y en el habilitado en el Monte María Cristina se llegó a 9 borregos sacrificados. Las cifras constatan un descenso en el número de animales sacrificados en la ciudad en comparación a otros años.
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