“Limpiaba el agua del río, como la estrella de la mañana…”
Granada está en el Atlas de la región de Andalucía, hermosa ciudad de la actual provincia de España, lugar que enaltece el alma por su calor flamenco, esplendor histórico, arte y cultura que es preservada en cada movimiento.
“Límpiame cariño mío con manantial de tu fuente clara…”
Donde se oye cantar y hablar mucho, sitio de notable brillantez, por la fusión de cultura musulmana y católica.
“Manantial de tu fuente clara… como el agua… como el agua…”
Pueblo de origen árabe, joya de Nazarís, cedida a la Corona Española en 1492 después de un reinado glorioso. Tras la conquista, los reyes católicos destruyen los símbolos y edificios más emblemáticos, proclamando la conquista.
“Un brillo lleno de luna iluminaba tus ojos…”
Deciden conservar la Alhambra, el Palacio Nazarí y el Generalife, rodeado de viñas, jardines y fuentes, pero ahora con símbolos católicos. Curiosidades de la obra muestran, de hecho, cómo transforman la mezquita en iglesia, hacen cambios e inscriben en las paredes el sello real, como si fuera posible suplantar el arte ajeno con sólo un deseo.
“De ti deseo todo el calor… de ti es mi cuerpo, si lo quieres tú…”
Conservan este complejo arquitectónico, seguramente por su belleza y por ese círculo que representa la tierra como eje central que aún hoy es visitada por turistas de todo el mundo, tras largas horas de espera e incluso reservas anuales y pagos previos. Porque la Alhambra lleva impregnado en las paredes el esplendor musulmán que afirma su dominación histórica universal en el pueblo de Granada, mismo que se une visualmente a la construcción y arte contemporáneo.
“…Fuego en la sangre nos corre a los dos…”
“…Como el agua…”
Luego, el convertido arte en un imponente palacio renacentista, porque es remodelado por sus nuevos reyes con nuevas construcciones, dando origen a dos formas opuestas de comprender la estética y, al final, todos estos universos conviven armoniosamente y las mezclas se notan en la arquitectura y en su hermosa ciudad de paredes blancas y verdes montes. Joya donde se cree también convive la influencia de carácter italiano, francés e inglés, inspiración que retoma Granada luego del maldito franquismo.
“Luz del alma mía divina… camino que alumbra mi corazón… porque de ti lleva la ilusión…”
Hoy, Granada es una ciudad de fisonomía totalmente europea, según se cree, pero al visitar el Sacromonte y el Albacín, los barrios embajadores del mestizaje, en donde fueron expulsados tras la conquista gitanos, musulmanes y todo rastro del pasado, es donde hoy se reconoce y conoce el alma de Granada, donde disfrutar del auténtico baile flamenco y sus cantadores apasionados por bailar y reír, es descubrir la esencia de un pueblo que canta y habla mucho, llenarse de ese mensaje de fuerza a través de su música y cafés, conocer sus calles empinadas de paisajes joviales, faroles y artesanía de madera y cerámica azul y saborear su gastronomía casera; es enaltecer el espíritu con sus poetas.
“…Como el agua…”
Visitar el Generalife y la Casa del Carmen es parada obligada, porque esta casa típica granadina, sencilla en el exterior, parte íntima de granada, con su disfrutable patio central con sus frescos muros, jardines y plazuelas centrales, nos enseña la definición de hogar de un granadino, donde la fusión de fisonomías es fácil de hallar, encuentro de árabes gitanos, gente diferente que es fruto de oriente y occidente, donde observar la dimensión de un verdadero mito y música gitana llena de sol y fuerza es un deseo: promesa de un pueblo que canta.
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