Barcelona,09 Marzo, 2018,(EFE).
La Fiscalía ha interpuesto una denuncia contra siete miembros del grupo de extrema derecha Democracia Nacional por hacer pintadas islamófobas y dejar trozos de embutido de cerdo a las puertas de un local del distrito barcelonés de Nou Barris que iba a albergar una mezquita.
El Juzgado de Instrucción 21 de Barcelona está investigando la denuncia, presentada entre otros por un delito de incitación al odio, y ha abierto diligencias contra los acusados por sus actuaciones, que se remontan a los meses de marzo, junio y julio de 2017.
Según la denuncia, estas personas concurrían "de manera sistemática" en diversas "acciones hostiles" contra el colectivo musulmán de Nou Barris, en actos que llevaban a cabo "aprovechando las protestas de un sector de vecinos organizadas contra la próxima apertura de un centro de culto islámico", siendo los denunciados ajenos al barrio.
Algunas de estas acciones incluían la colocación de embutidos de cerdo en la puerta del local, situado en la calle Japón, que iba a convertirse en lugar de culto para los musulmanes del barrio, con el objetivo de "ofender sus sentimientos religiosos dado que la carne de cerdo es impura para sus feligreses".
También se pegaron adhesivos en la fachada del edificio con mensajes en contra de la apertura de la mezquita, hubo pintadas con escritos como "España cristiana, no musulmana" y lanzamiento de pintura roja, simulando sangre, y se introdujeron sustancias en el candado del local para impedir el acceso.
Estas personas, todas militantes o simpatizantes de la formación política extraparlamentaria de extrema derecha Democracia Nacional, así como de Democracia Nacional Joven, acudían a los actos vecinales "para manipular políticamente y exaltar a los vecinos".
Todo esto, según el escrito, lo hacían con el "firme propósito" de prolongar las protestas de los vecinos y "generar entre los mismos sentimientos de rechazo, odio y hostilidad generalizados contra los musulmanes", además de para "amedrentar con ello a la comunidad islámica del barrio para que no abriera el centro de culto".
Algunos de los denunciados, entre ellos el máximo responsable de Democracia Nacional y también el dirigente de la rama juvenil del grupo, disponían de cuentas públicas en las redes sociales donde, "de forma masiva e indiscriminada difundían contenidos escritos e imágenes de claro rechazo a la religión musulmana y a sus fieles", con el fin de "despertar entre la población sentimiento de odio, hostilidad y discriminación contra los mismos".
Los hechos acaecidos, según el fiscal, son constitutivos de diversos delitos, entre ellos coacciones para impedir el ejercicio de un derecho fundamental, contra los sentimientos religiosos, y de incitación al odio.
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