Barcelona,31.03.2018,(EFE).
Investigadores del Hospital Clínic-Idibaps han descubierto un nuevo biomarcador que permite predecir la progresión del mieloma múltiple asintomático.
La investigación, que publica la revista "Leukemia", ha demostrado el valor predictivo de un biomarcador, la proteína monoclonal en suero (proteína-M), en mieloma múltiple.
La evolución de este marcador permite determinar el riesgo de progresión de la enfermedad, desde su forma asintomática hasta la aparición del mieloma múltiple activo.
El primer autor del estudio es Carlos Fernández de Larrea, investigador del Programa 50/50 del equipo de Hemato-Oncología del Idibaps y de la Unidad de Amiloidosis y Mieloma del Hospital Clínico.
Según los autores del estudio, el mieloma múltiple quiescente es una enfermedad heterogénea y asintomática que progresa a mieloma múltiple sintomático de forma variable y disponer de marcadores fiables que permitan determinar la progresión de forma precoz de un subtipo a otro es clave para indicar los tratamientos adecuados.
Estudios previos hechos por el mismo grupo y liderados por la jefa de la Unidad de Amiloidosis y Mieloma del Clínic, Laura Rosiñol, determinaron que el comportamiento de los niveles de proteína-M constituía un factor de riesgo de progresión de la enfermedad.
Así, describieron dos tipos de mieloma quiescente en función del mismo. En el primer grupo, en el que la evolución a enfermedad sintomática se producía más rápido, los niveles de la proteína aumentaban de forma progresiva, mientras que en el otro, el incremento de la proteína se producía de forma brusca.
El estudio analizó el valor predictivo de diferentes factores de riesgo, entre los que se encuentra la evolución de la proteína-M, en muestras de suero de 206 pacientes con mieloma múltiple quiescente.
Los investigadores detectaron que cuando los valores de proteína-M aumentaban de forma progresiva, el riesgo de progresión a mieloma múltiple sintomático es 5 veces mayor con respecto a los pacientes que tienen valores estables de este marcador.
"En el seguimiento de pacientes con mieloma quiescente, el hecho de encontrar progresión de los valores de proteína-M sacan impacto pronóstico al resto de marcadores disponibles, es decir, que las alteraciones en otros biomarcadores pierden importancia", ha explicado Fernández de Larrea , coordinador del estudio.
"Este hallazgo podría llevar a modificar los criterios diagnósticos del mieloma múltiple y permitiría tratar precozmente los pacientes", ha concluido el investigador. EFE
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