Bangladesh,15.03.2018,TRT
También se calcula que 730 niños menores de cinco años fueron asesinados entre agosto 25 y septiembre 24 del año pasado
Cerca de 10.000 rohinyás murieron en tan solo un mes, después del inicio de las operaciones de seguridad del gobierno de Birmania en el estado Rakáin a finales de agosto del año pasado, según Médicos sin Fronteras (MSF).
La cifra publicada en el reporte de marzo de la organización, muestran que por lo menos 9.400 personas perdieron sus vidas en Birmania entre el 25 de agosto y el 24 de septiembre de 2017, y que por lo menos 6.700 de ellas murieron a causa de la violencia. Entre estas últimas, 730 fueron niños menores de cinco años.
Según el reporte, las lesiones tratadas por miembros de MSF y los resultados de los sondeos de salud demuestran “el uso de fuerza excesiva” por parte de las fuerzas de seguridad de Birmania contra la población rohinyá.
“Esta persecución violenta ha resultado en la alta tasa de mortalidad entre la población rohinyá en Birmania, y conllevó al desplazamiento forzado de los sobrevivientes”, dijo.
Los rohinyá, descritos por las Naciones Unidas como el grupo de personas más perseguidas del mundo, enfrentan crecientes temores de ser atacados después de que docenas fueran asesinados, víctimas de violencia comunitaria en el 2012.
Desde el 25 de agosto, más de 750.000 rohinyás han cruzado la frontera desde el estado Rakáin, al occidente del país, hacia Bangladés, según la ONU.
Los refugiados se escapan de una nueva operación de seguridad en la cual las fuerzas armadas y hordas de budistas han asesinado hombres, mujeres y niños, saqueado hogares y quemado aldeas enteras. Cuando inició el desplazamiento masivo, el gobierno de Bangladés dijo que cerca de 3.000 rohinyás habían muerto en las operaciones.
La ONU documentó violaciones masivas, asesinatos, palizas brutales y desapariciones. En un reporte, los investigadores de la ONU dijeron que este tipo de violaciones pueden constituir crímenes contra la humanidad.
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