Además de recorrer sus setenta expositores, los visitantes de Hispa-Maroc podrán aprender danza del vientre, degustar platos típicos o tatuarse con henna. :: ÁLVARO CABRERA
Cerámica, alfombras, bisutería, decoración, especias o dulces componen la oferta de esta muestra, cuyo fin es acercar culturas. La sexta edición de Expo Hispa-Maroc convierte al Palacio de Ferias de la capital en un gran zoco
Hasta el próximo 8 de diciembre, Málaga acoge un pedacito de Marruecos. Como si de una medina comercial se tratara, el Palacio de Ferias y Congresos de la capital exhibe desde ayer la artesanía y productos típicos del otro lado del Estrecho a través de la sexta edición de Expo Hispa-Maroc; una cita ineludible para los amantes de esta cultura del norte de África que espera recibir más de 20.000 visitantes.
Nada más entrar, uno ya se traslada al país vecino. Basta con cruzar la espectacular puerta (recreada de la arquitectura marroquí) que delimita los tres mil metros cuadrados que ocupa esta muestra para emprender el viaje. Con una ventaja: sin salir de Málaga ni sufrir el caos generado por los controladores aéreos. Una vez dentro, los pasillos de 'Hispa-Maroc' constituyen una explosión de color y de estímulos para los cinco sentidos que ayer mismo, en su inauguración, ya descubrieron cientos de malagueños, Pepa Romero entre ellas. Esta ama de casa de 53 años acudió al Palacio de Ferias junto a su hermana en busca de una alfombra para su nuevo apartamento. «El año pasado me llevé una y me ha salido muy buena. Además de barata: desde 70 euros hay opciones muy interesantes y de calidad», dijo.
Hamid Kodaie, uno de los empresarios que regenta uno de los stand de alfombras presentes en la muestra, destacó al respecto que quienes compren durante los cuatro días de feria obtendrán descuentos de hasta el 70% en modelos de lana persa de doble nudo hechos a mano. «Por ejemplo, ésta de dos metros por tres valía 3.900 euros y la comercializamos a 1.170. Es una buena oportunidad», subrayó. Su tienda ofrece otros productos curiosos como cojines de conejo o piel de llama.
Más de setenta expositores
Alfombras, pañuelos, bolsos de cuero, muebles, objetos de decoración, bisutería, cerámica, piedras preciosas, marroquinería, forja... Los setenta expositores de Hispa-Maroc ofrecen un sinfín de alternativas de consumo procedentes de ciudades como Tánger, Tetuán, Rabat, Fez, Meknes, Casablanca o Marrakech para todos los gustos y bolsillos. «Tenemos artículos desde cinco euros a trescientos», resumió Slimani Samir, integrante del stand de la Cámara de Artesanía de Tánger, donde se pueden adquirir desde mesas bajas típicas a espejos artesanales marroquíes, velas de colores o bolsos de piel.
Quienes deseen hacerse con la vestimenta tradicional de Marruecos también pueden encontrarla en esta muestra. Ahmed El Gibari tiene las chilabas en su tienda a partir de veinte euros las de adulto y diez las de niño. «Las vendemos mucho. Se ve que a los malagueños les llaman la atención», resaltó. Para rematar el 'look' nada mejor que las típicas babuchas de piel, que Mustafa Zeggoud anima a comprar, eso sí, regateando. «Hay que negociar, pero el punto de partida es unos 12 euros», apuntó este empresario de Tánger.
Los amantes de la gastronomía de este país tampoco se irán con las manos vacías. Y es que Hispa-Maroc además de brindar la posibilidad de adquirir especias y dulces marroquíes (desde 29 euros el kilo) permite degustar en la cafetería del Palacio de Ferias platos típicos como pastelas, potajes marroquíes, cuscús, pollo con miel y dátiles o pescado con especies bereber, entre otros. Asimismo, quienes visiten esta muestra podrán desde aprender a bailar la danza del vientre, a tatuarse con henna o escribir en árabe. El recinto también contará con una tetería donde, además de té, se ofrecerán dulces morunos.
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