Austria ha anunciado su deseo de cerrar un centro interreligioso financiado por Arabia Saudita, establecido en Viena en 2012, afirmando que su presencia "es incompatible con las repetidas violaciones de los derechos humanos por parte de Riad".
El 12 de junio de 2019, gracias a una alianza circunstancial entre los socialdemócratas y los nacionalistas del FPÖ, la cámara baja del parlamento austríaco votó a favor de la salida de Austria de esta institución internacional. Por tanto, el acuerdo de la sede – un tipo de tratado que una organización internacional celebra con un Estado que la acoge provisionalmente en su territorio – se ha roto de facto y causará el cierre del centro interreligioso en los próximos meses.
Financiada por Riad1, la organización, que goza del estatus de organización intergubernamental, nació a partir de un tratado entre Arabia Saudita, España y Austria, donde el Vaticano incluso actuaba como observador. Su función oficial es "fomentar el diálogo entre el islam, el cristianismo, el judaísmo, el hinduismo y el budismo".
Sus defensores siempre la han presentado como "un puente entre culturas y un lugar de diálogo". "Tales lugares son necesarios, especialmente donde las relaciones son problemáticas", afirmó el Cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, en enero de 2015.
Sus oponentes, por el contrario, la ven como un "escaparate humanitario para el régimen wahabita al poder en Arabia Saudita", donde el islam es la religión del Estado: no se permite la práctica religiosa no musulmana en público, e "incluso en privado también es muy difícil".
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