Madrid,14.10.2016,(EFE).
En España, casi el 25 % de la población es miope (11,5 millones de personas) y entre los jóvenes de 21 a 30 años este porcentaje asciende casi al doble
La miopía esta aumentando en el mundo con el paso de los años, especialmente lo están haciendo los casos más graves, los de más de ocho dioptrías, cuya incidencia por ejemplo en Estados Unidos se ha incrementado en un 700 por ciento, y las causas hay que buscarlas, en gran medida, en los nuevos estilos de vida.
En EEUU el número de miopes casi se ha duplicado desde los años 70 (del 25 % al 41,6 % actual) y en Europa más del 47 % de los jóvenes (entre 25 y 29 años) tienen miopía y de ellos el 11 % tienen miopía alta (más de seis dioptrías).
En España, casi el 25 % de la población es miope (11,5 millones de personas) y entre los jóvenes de 21 a 30 años este porcentaje asciende casi al doble, con un 47,6 %, una cifra similar a la media europea.
Los oftalmólogos tienen más pacientes y más miopes, y en España, según han señalado los expertos en rueda de prensa, "vamos encaminados hacia una nueva epidemia", lo que hace necesario, a su juicio, poner en marcha un plan de prevención con carácter urgente.
Estas son algunas de las principales conclusiones de la mesa redonda que ha tenido lugar hoy, coincidiendo con el Día Mundial de la Visión, organizada por la Asociación de Miopía Magna con Retinopatías.
Al acto han participado los doctores Juan Gonzalo Carracedo, profesor de Óptica y Optometría; Jorge Torres, oftalmólogo pediátrico y estrabólogo; Andrés Martínez Vargas, presidente de la Sociedad Española de Optometría, y Dimitry Mirsayafov, fundador y director de las clínicas especializadas en ortoqueratología.
Y ¿por qué ha aumentado el índice de la miopía, ese crecimiento excesivo del ojo que causa un problema de refracción?. Según el doctor Carracedo porque, a las causas genéticas, se han sumado las ambientales.
Estas son: excesivo trabajo de cerca ("estamos más atados smartphones, tablets y ordenadores", dice el experto); poco tiempo al aire libre (la falta de luz solar inhibe la dopamina, que a su vez frena el crecimiento excesivo del ojo) y por los estilos de vida diferentes que favorecen los anteriores factores, por ejemplo el exceso de presión académica.
Hace treinta o cuarenta años, según explica Carracedo, el porcentaje de miopes con más de seis dioptrías lo eran en su mayoría por la genética, pero a éstos se han sumado ahora los pacientes que se podían haber quedado con tres o cuatro dioptrías y que también han superado esa cifra debido al estilo de vida.
La situación que dibujan los oftalmólogos en EEUU y Europa es preocupante, pero el peor escenario lo tienen en Asia, donde la prevalencia de miopía ha aumentado un 450 %, del 20 % de los años cincuenta al 90 % actual en pacientes con más de veinte años, y ahí se ve claramente que los hábitos de vida han hecho mella.
La competencia exige a los niños que viven en China a estudiar numerosas horas a lo largo del día, utilizan mucho la vista de cerca y la revolución tecnológica, además, hace difícil ralentizar la progresión de la miopía.
Los expertos, como Torres, coinciden en que hace falta prevención, buscar soluciones ambientales, pero también en hay que tratarse con medidas correctivas para evitar que la miopía avance, como lentillas multifocales, gafas bifocales, la atropina o la ortoqueratología (Orto-K).
Este último mecanismo, según Mirsayafov, consiste en una lente especial, que cambia la arquitectura del epitelio corneal, y eso hace que se modifique la geometría de la superficie anterior de la córnea y se corrija el defecto refractivo.
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