El cardenal Fernando Filoni, máximo responsable después del Papa de la Jornada Mundial de las Misiones (Domund) y prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos - FOTO: Chema Moya.
"No debemos pensar que el mundo está dividido en zonas, una para los musulmanes, otra para los cristianos, otra para los budistas y otra para los confucianos. Si nos desplazamos por turismo o por placer, ¿por qué nosotros tenemos derecho a movernos y los demás no?"
El cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, señala que ya no existe una Europa cristiana, sino que hay una Europa en la que viven musulmanes, cristianos y otras religiones y el único concepto que permite una convivencia pacífica es el derecho.
"No debemos pensar que el mundo está dividido en zonas, una para los musulmanes, otra para los cristianos, otra para los budistas y otra para los confucianos. Si nos desplazamos por turismo o por placer, ¿por qué nosotros tenemos derecho a movernos y los demás no?", se pregunta Filoni, máximo responsable, tras el papa, de los Territorios de Misión.
En una entrevista con Efe con motivo de la publicación en España de su libro "La Iglesia en Irak", Filoni muestra su preocupación por la situación de la población iraquí en la ofensiva contra el Daesh (acrónimo en árabe del Estado Islámico).
La convivencia con los terroristas conlleva "un gran sufrimiento" para la población de Mosul, afirma Filoni, quien expresa su preocupación no solamente por la minoría cristiana, sino por todas las personas que viven en esa ciudad.
"Hay que pensar en la realidad de los niños, enfermos, ancianos y estudiantes, que ven cómo su vida queda totalmente interrumpida y que se ven afectados en sus necesidades primarias a recibir instrucción y a vivir dignamente", asegura.
Filoni, que entre 2001 y 2006 fue nuncio del Pontífice en Jordania e Irak, recuerda que en Mosul, "aunque la guerra sea contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), se ve implicada toda la población".
Lamenta la "terrible" situación que vive la población iraquí, en particular, los cristianos caldeos y asirios, que sufren las "duras" consecuencias de las diversas guerras del último siglo.
Sobre la situación de los refugiados, Filoni destaca que "si miramos a los inmigrantes como personas que nos molestan, que nos crean problemas, que son antagónicas a nosotros o que nos quitan el trabajo, entramos en una visión pobre de la humanidad".
El cardenal recuerda que Europa y España son pueblos migrantes que han recibido personas de otros países y han emigrado a otros lugares. Resalta que los refugiados tienen derecho a vivir dignamente, respetando la legislación y las tradiciones locales.
En la Jornada Mundial de las Misiones (Domund) 2016, que se celebra hoy, con el lema "Sal de tu tierra", el cardenal reconoce que en la actualidad hay menos misioneros que hace cincuenta años.
Sin embargo, sostiene que no es conveniente hacer una comparación con respecto al pasado y llama la atención sobre la realidad de los sacerdotes de África y Asia que vienen a colaborar a Europa y que aportan riqueza a sus parroquias.
Existe la necesidad de evangelizar porque "hay millones de personas en el mundo que todavía no conocen el Evangelio", aunque esta acción no se lleva a cabo como antes, sino teniendo en cuenta las nuevas realidades de África y Asia, precisa. "Tenemos que participar en consolidar y construir estas jóvenes Iglesias, dado que procedemos de una sociedad del bienestar", indica.
Explica que de la misma forma que, en la familia tradicional, los abuelos ayudan a los jóvenes esposos cuando nace un niño, en los momentos de dificultad, la "gran familia" de la iglesia católica apoya a las jóvenes iglesias para que puedan desarrollarse con los medios que tiene a su disposición.
En el Domund 2016, agrega, hay que tener "amor y conciencia en la fe católica", acompañar con una profunda oración al que anuncia el Evangelio y participar mediante la contribución económica al desarrollo de estas jóvenes iglesias.
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