El cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y máximo responsable, tras el papa, del funcionamiento de los Territorios de la Misión, ha abogado hoy por no mirar a los refugiados como personas que nos "quitan el trabajo".
Filoni ha subrayado que "los refugiados no son números ni son personas distintas" a nosotros, en declaraciones a los medios de comunicación tras la presentación de su libro "La Iglesia en Irak", en la Universidad Eclesiástica de San Dámaso.
"Si miramos a los inmigrantes como personas que nos molestan, que nos crean problemas, que son antagónicas a nosotros o que nos quitan el trabajo, entramos en una visión pobre de la humanidad", ha argumentado.
El cardenal, también al frente de la Jornada Mundial para las Misiones (Domund), que tendrá lugar el próximo 23 de octubre, ha recordado que Europa y España son pueblos migrantes que han recibido personas de otros países y han emigrado a otros lugares.
Es "una cuestión delicada", pero los refugiados tienen el derecho de vivir dignamente, respetando la legislación y las tradiciones locales, ha resaltado.
Desde una perspectiva psicológica, ha afirmado: "Si nos encontramos con un refugiado, es importante mirarle a los ojos, porque nos permite darnos cuenta de que son personas".
"No debemos pensar que el mundo está dividido en zonas, una para los musulmanes, otra para los cristianos, otra para los budistas y otra para los confucianos. Si nos desplazamos por turismo o por placer, ¿porqué nosotros tenemos derecho a movernos y los demás no?", se ha preguntado.
Filoni ha explicado que ya no existe una Europa cristiana, sino que hay una Europa en la que viven musulmanes, cristianos y otras religiones, y el único concepto que permite una convivencia pacífica es el derecho.
Ha defendido el derecho de toda persona a vivir, trabajar y estar con otras personas por el hecho de ser persona, un concepto que "no debe valer solo para Europa, sino también para el mundo islámico".
No obstante, el cardenal ha manifestado que no solamente existe el derecho de los musulmanes a venir a Europa para trabajar y participar de sus tradiciones, sino también el derecho que los cristianos a vivir con dignidad en los países musulmanes. La fe, la cultura, la lengua, las costumbres no pueden ser elementos de discriminación, ha remarcado Filoni.
El libro "La Iglesia en Irak", ha agregado, se deriva de la "terrible" situación que vive la población de Irak, en particular, los cristianos caldeos y asirios, que sufren las "duras" consecuencias de las diversas guerras del último siglo.
"Sin paz no hay futuro, no hay desarrollo, no hay convivencia, no hay derecho. En consecuencia, habrá siempre violaciones, destrucciones, enfrentamientos, guerras, desmesurados gastos en armamento, refugiados y muertos", ha asegurado.
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