La Conselleria insiste en que ninguna religión debería impartirse en los centros públicos, pero, mientras se permita que entre en las aulas la religión católica, también hay que hacerlo con otras confesiones
Durante este curso, en siete colegios públicos de la Comunitat Valenciana se vuelve a impartir la asignatura de religión islámica y, en otros seis, la de religión evangélica. Por segundo año consecutivo se mantiene este proyecto piloto de la Conselleria de Educación para garantizar lo que dice la ley: que, donde un grupo de padres lo solicite, se oferte la posibilidad de estudiar cualquier religión que tenga un acuerdo de cooperación con el Estado, como es el caso.
En la Conselleria insisten en que su opinión es que ninguna religión debería tener una asignatura como tal en los centros educativos sostenidos con fondos públicos. Pero mientras se permita que entre en las aulas la religión católica, también hay que hacerlo con otras confesiones.
El curso pasado comenzó este proyecto piloto en el que repiten los mismos 13 centros educativos públicos de la Comunitat. En total son 1.800. Estas materias se ofertan tras la solicitud por parte de la Federación de Entidades Evangélicas de España y de la Comisión Islámica de España, y los niños de estos colegios e institutos pueden optar por la asignatura de la religión que prefieran, incluyendo la católica, aunque también tienen otra alternativa además de valores.
En concreto, se imparte religión islámica en los centros públicos Párroco Francisco Más, Miguel Hernández y Doctor Francisco Mas Magro de Crevillent; el Azorín de Catral; y Manuel Torres, Canales y Martínez y Pascual Andreu de Almoradí. Por otra parte, se imparte religión evangélica en los centros de La Coma, Antonio Ferrandis y el IES Doctor Peset Aleixandre de Paterna; Baladre y La Pinaeta de Sagunt; y Poble Nou de la Vila Joiosa.
Se trata de una buena noticia, según el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de la Comunitat Valenciana, Ihab Fahmy, que cree que el hecho de que los estudiantes puedan optar por asignaturas relacionadas con sus creencias es un elemento que ayuda a normalizar la convivencia. Insiste en que se trata de que todos los alumnos tengan "el mismo derecho" y también de "eliminar cualquier signo de discriminación o de falta de atención".
Fahmy explica que cualquier religión se basa en valores como compartir o ayudar al desfavorecido, por lo que ofertar este tipo de asignaturas "no significa separar, sino tender puentes y establecer unos lazos para fortalecer la sociedad". Sin embargo, reconoce que hay personas a las que les gusta la confrontación y la discordia". Son muy pocas, las hay en todas las religiones, pero "hacen mucho ruido".
Sobre los partidos de extrema derecha que intentan criminalizarlos, Fahmy recuerda que hace muchos años que están presentes, aunque "no tan identificados como ahora". No obstante, piensa que van a seguir "en minoría y contra el sentido común". Además, recuerda que la española es una cultura "rica y llena de todas las religiones y culturas", algo que, insiste, hay que fomentar porque "enriquece" al país y "normaliza" la convivencia.
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