El patio está situado en la zona más nueva del camposanto municipal. Se acondicionó en 2008. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso
El cementerio de San José es uno de los 19 camposantos que hay en España que tienen un patio para musulmanes. Hay fallecidos de esta religión procedentes de Bilbao, Vitoria o Salamanca
Cada primero de noviembre los burgaleses acuden al cementerio municipal de San José para rendir homenaje a sus seres queridos, la mayoría de religión católica. Sin embargo, también hay espacio para otras religiones.
Burgos es una de las 19 ciudades españolas que cuentan con un patio para enterrar a musulmanes. Está orientado a la Meca y desde su apertura en 2008 hay medio centenar de enterramiento no solo de la ciudad o de la provincia sino también de Bilbao, Salamanca, Vitoria y Valladolid. En la Comunidad de Castilla y León solo existen zonas para enterrar a los fieles de esta religión en la capital burgalesa y en León.
La mayoría de las concesiones de este patio son temporales por 10 años aunque hay alguna sepultura de concesión administrativa por 75 años, según los datos facilitados por la concejala de Sanidad, Estrella Paredes. El cementerio también dispone de una zona didicada a fallecidos no creyentes y aconfesionales.
En lo que va de año, han sido enterradas en el cementerio de San José un total de 857 personas (datos de enero a septiembre), de modo que se mantiene la cifra anual de los últimos años de unas 1.200 defunciones. De ellos 857 fueron inhumaciones, 709 cadáveres y 144 cenizas.
La ampliación que se llevó a cabo en el cementerio en 2002 (200.000 metros cuadrados) cubre las necesidades de enterramiento de la ciudad de al menos los próximos 20 años. Esta ampliación permitió habilitar espacio ajardinado con tres sepulturas. Es un patio semejante a los cementerios que existen en Estados Unidos y en algunos países de Europa, donde solo hay una cruz pero sin lápida. A día de hoy, no está ocupado.
El camposanto reserva, además, un jardín para el esparcimiento de las cenizas que se abrió en 2011, una práctica en auge y que cada año va ganando más adeptos, en detrimento de las tradicionales inhumaciones. Se han esparcido 150 cenizas, 25 en lo que va de año.
La concejala de Sanidad avanza las próximas actuaciones serán la reparación del osario, que se encuentra en mal estado, la construcción de 51 criptas con 3 unidades, la reparación y renovación de sepulturas abandonadas con el objetivo de ir recuperando la parte antigua del cementerio. En 2019 se han recuperado 100 sepulturas o nichos de esta zona. «El cementerio cumple con las necesidades de enterramiento de la ciudad para varios años. Hay una zona que tiene humedades y tenemos que pensar en solucionarlas», señaló.
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