El conocimiento aprendido se almacena en diferentes circuitos cerebrales, lo que significa que aunque una parte del cerebro resulte dañada seguirá habiendo mecanismos alternativos disponibles para el aprendizaje.
Científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido) descubrieron que la actividad del cerebro en la memorización de la información depende de cómo esta se obtuvo durante el proceso de aprendizaje, de acuerdo con un nuevo estudio publicado este miércoles en la revista Nature Communications.
Los investigadores utilizaron un escáner de resonancia magnética para observar los cambios que experimentaban diferentes partes del cerebro asociadas con el aprendizaje mientras 26 participantes memorizaban secuencias que estaban o no asociadas con una recompensa.
Como resultado, los científicos llegaron a la conclusión de que los cambios observados en las vías neuronales asociadas con el aprendizaje de los participantes eran diferentes en función de cómo cada persona había aprendido la nueva habilidad.
"Esta investigación muestra que tenemos múltiples redes en el cerebro que nos ayudan a almacenar el conocimiento aprendido o las asociaciones, lo que significa que el daño a una parte del cerebro seguirá dejando mecanismos alternativos disponibles para el aprendizaje", explicó la coautora del estudio, Miriam Klein-Flugge.
"También aprendimos que parte de este conocimiento es muy persistente y el cerebro no lo olvida ni siquiera cuando se vuelve irrelevante, mientras que el conocimiento adquirido a través de mecanismos de aprendizaje alternativos es más flexible y puede cambiarse más fácilmente por un nuevo conocimiento", agregó la investigadora.
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