ONU, 15-05-2019,hondudiario.com
“El discurso del odio se está extendiendo como un fuego salvaje en las redes sociales. Debemos extinguirlo”, dijo Guterres.
En una visita a las dos mezquitas de la localidad neozelandesa de Christchurch, el titular de la ONU rindió homenaje a las víctimas del ataque terrorista perpetrado el pasado 15 de marzo.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, depositó una ofrenda floral en las mezquitas de Linwood y Al-Noor, donde el 15 de marzo un hombre armado mató a 51 personas que se encontraban rezando durante la oración de los viernes y que transmitió en directo su ataque a través de las redes sociales.
António Guterres dijo a la comunidad musulmana que, aunque no había palabras para aliviar el dolor, la pena y el dolor deseaba visitar el templo ” personalmente para transmitir su amor, su apoyo y su total admiración”. Aseguró que, como muchos otros en todo el mundo, estaba conmovido por las historias de compasión que había escuchado sobre Christchurch.
“Pero en muchos sentidos, no me sorprendió. Esta comunidad reflejó un espíritu que siempre he sabido que está profundamente arraigado en el islam: una fe en el amor, la compasión, el perdón y la misericordia”, dijo.
Recordó que, como Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, fue testigo de la generosidad de los países musulmanes que abrían sus puertas a las personas en peligro en un mundo donde muchas otras fronteras están cerradas.
“En Christchurch para la visita de solidaridad de Ramadán de este año, expresé mi apoyo y admiración por la comunidad musulmana después de los horrendos ataques a la mezquita en marzo. El discurso del odio se está extendiendo como un reguero de pólvora en las redes sociales. Hay que apagarlo”, escribió en su cuenta de Twitter, Antonio Guterres.
“Esto está en un versículo del Corán que considero la receta más hermosa para la protección de los refugiados en la historia mundial. Se encuentra en el Surah Al-Tawbah: Y si alguien busca tu protección, entonces concédesela para que pueda escuchar las palabras de Alá. Luego escóltela hasta donde se encuentre seguro”, citó el Secretario General.
También recordó que, durante una visita a El Cairo el mes pasado, se reunión con el Gran Imán, el jeque Ahmed Al-Tayeb, y le agradeció su reciente reunión interreligiosa con el papa Francisco en los Emiratos Árabes Unidos. La declaración firmada por los dos líderes religiosos llama a las personas de fe a reconocerse y respetarse mutuamente y a trabajar juntos por el bien de la humanidad.
“Debemos permanecer juntos en este período de dificultades”, dijo el responsable de la ONU, antes de agregar: “la incitación al odio se está extendiendo y el discurso público se está volviendo áspero. Las redes sociales están siendo explotadas como una plataforma para la intolerancia. Todos debemos mostrar solidaridad en respuesta a este peligroso aumento del odio”.
El Secretario General destacó dos iniciativas recientes que ha puesto en marcha para proteger los lugares sagrados y abordar el discurso del odio. La primera es el encargo encomendado a su Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones, Miguel Moratinos, para que desarrolle un plan que apoye la protección de los sitios religiosos. Y la segunda, es el encargo a su asesor especial para la Prevención del Genocidio, Adama Dieng, de que reúna un equipo de la ONU para ampliar la respuesta de las Naciones Unidas al discurso de odio en el marco de un plan de acción mundial.
La visita del Secretario General a Nueva Zelanda es parte de una gira por Oceanía centrada en la urgencia de la lucha contra el cambio climático. El miércoles, se dirigirá al Foro de las Islas del Pacífico, que se celebrará este año en Fiji, y después partirá hacia Tuvalu y Vanuatu.
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