Líderes católicos, evangélicos, musulmanes, hindúes, budistas e indígenas establecieron una alianza interreligiosa contra la deforestación de los bosques.
La iniciativa, que nace tras tres días de reuniones, compromete a los representantes de las principales tradiciones religiosas, líderes indígenas, científicos del clima y ONGs en Lima “a resistir la destrucción de la Amazonía Peruana”, que cubre el 60 % de la masa terrestre del país y donde viven 1.200 comunidades indígenas pertenecientes a 55 etnias nativas.
Al dar inicio a la ceremonia de lanzamiento del grupo interreligioso, el cardenal peruano Pedro Barreto señaló que esta era posible porque los integrantes “creemos plenamente que al hacerlo estamos defendiendo la vida, la tierra y nuestras culturas, para nosotros y para las generaciones por venir”.
Asimismo, recordó que según un informe de la ONU sobre el clima, se advierte que hay solo 12 años “para evitar los peores efectos del calentamiento global cataclísmico, incluyendo sequías, inundaciones, calor extremo y pobreza para cientos de millones de personas”.
En esa línea, Pedro Merino, presidente del Concilio Nacional Evangélico de Perú (CONEP), incidió en que “la selva amazónica es vital para la supervivencia de la humanidad y que nuestros bosques contienen un tesoro de carbono y de biodiversidad que aún no hemos comprendido”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), Lizardo Cauper, celebró que esta nueva alianza reconozca que los pueblos indígenas “protagonizan y conducen las luchas por proteger nuestra selva”.
“Vemos esta iniciativa como una oportunidad para comenzar una nueva manera de trabajar, de cooperar sin intermediaciones, respetándonos las organizaciones territoriales indígenas y las comunidades de fe, para que podamos caminar unidos para proteger la naturaleza”, agregó.
La iniciativa interreligiosa peruana es la segunda de su tipo en América Latina luego de Colombia, que lanzó la suya hace dos semanas.
Ambas iniciativas, implementadas por ONU Medio Ambiente con el apoyo del Gobierno de Noruega, forman parte de una alianza internacional multirreligiosa que tiene a la fe como base para combatir y prevenir la deforestación tropical, así como salvaguardar a las comunidades que son guardianas de los bosques.
Según el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), una iniciativa de Conservación Amazónica que utiliza tecnología satelital para monitorear la selva en el mundo, solo en Perú en el 2017 hubo una pérdida forestal de 143.425 hectáreas de bosque, debido principalmente a la expansión de las plantaciones de palma aceitera y extracción de oro. EFE
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