El Gobierno alemán informó hoy que mantiene conversaciones con diversos Estados sobre el tema de la financiación de instituciones religiosas en Alemania con el fin de garantizar que los fondos provenientes del extranjero no sean utilizados para difundir ideología extremista.
"El objetivo de estas conversaciones es el interés por ambas partes de evitar la promoción de centros en los que se difunde ideología extremista. Se trata sobre todo de lograr transparencia en la financiación de estos centros por parte de otros Estados", preciso un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
En ese sentido puso como ejemplo la "estrecha cooperación" existente con Kuwait desde 2017 por iniciativa de ese país.
Señaló que el Gobierno kuwaití "se esfuerza de manera especial en analizar exhaustivamente" la financiación de proyectos en Alemania, con el fin de que el apoyo a centros religiosos se lleve a cabo de manera transparente.
Agregó que se trata de estudiar las financiaciones tanto de origen público como privado y que en el caso de las primeras es de interés del Estado en cuestión que sus fondos no caigan en "manos equivocadas".
El diario conservador "Welt" informaba el pasado miércoles de que la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la canciller alemana, Angela Merkel, baraja la idea de introducir un impuesto para los musulmanes que contribuya a financiar mezquitas, evitando así que dependan de donantes de otros países.
La propuesta, explicaba el diario, es similar a los impuestos que pagan católicos y protestantes en Alemania para sufragar los costes de sus iglesias, un dinero que recolecta el Estado y transfiere a las autoridades religiosas.
El pasado noviembre, el ministro alemán del Interior, el socialcristiano bávaro Horst Seehofer, llamó a las comunidades islámicas en Alemania a alejarse progresivamente de las influencias externas y a asumir personalmente la organización y financiación de sus mezquitas y la formación de sus imanes.
En los últimos años se ha debatido en varias ocasiones sobre la financiación exterior de las mezquitas alemanas, tanto por la promoción del islamismo radical como por la influencia del Gobierno turco sobre centenares de centros religiosos a través de una asociación que sufraga y controla.
Se estima que en Alemania viven entre 4,4 y 4,7 millones de musulmanes, aunque se cree que la cifra de practicantes es mucho menor. EFE
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