Mediciones científicas apuntalan el éxito del Protocolo de Montreal al plantear la prohibición de clorofluorocarbonos.
Según informa un comunicado emitido por la NASA el pasado jueves, el Protocolo de Montreal está siendo un éxito, pues se ha observado una disminución de los niveles de cloro en la atmósfera, lo cual reduce el agujero de la capa de ozono.
Durante los últimos años, destacados científicos han estado midiendo –con ayuda del satélile Aura– los niveles de cloro en el agujero de ozono antártico. Ahora han anunciado que, aunque lentamente, la presencia de ese elemento ha disminuido un 20 % respecto al año 2005.
Se trata de la primera vez que se miden con precisión los niveles de cloro dentro de dicho agujero, y las cifras recabadas demuestran la eficiencia del Protocolo de Montreal.
"Vemos muy claramente que el cloro [desprendido de los clorofluorocarbonos (CFC)] está bajando en el agujero de ozono, y que hay un menor agotamiento del ozono por esa causa", dijo Susan Strahan, científica atmosférica del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA y autora del comunicado.
El Protocolo de Montreal es un tratado internacional, aprobado en 1987, que tiene como objetivo reducir el agujero de la capa de ozono. El acuerdo aboga por la prohibición internacional del uso de productos químicos que contengan CFC.
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