Madrid 21/12/2013, elpais.com, María Fernández
Un grupo de clientes chinos en el Salón de la Vivienda Barcelona el pasado octubre. / Consuelo Bautista
El Gobierno confía en que la ley que da visado de residencia a inversores estimule ventas de lujo
Potenciales colectivos de interesados, como rusos y chinos, no concretan solicitudes
Son ricos y están despistados. Tres meses después de la entrada en vigor de la Ley de Emprendedores, que abrió la puerta a los extranjeros para conseguir visado y autorización de residencia a cambio de la adquisición de viviendas de más de 500.000 euros, apenas se constatan movimientos. “Todavía es pronto para valorarlo”, argumenta el Ministerio de Empleo, desde donde se centralizan los datos sobre solicitudes de visados de residencia. En Colegio de Registradores, otro tanto: “Entró en vigor a finales de septiembre, no hay datos y lo más probable es que hasta dentro de unos meses no los tengamos”, explica un portavoz.
Aunque las grandes fortunas rusas forman un colectivo susceptible de querer beneficiarse de esta medida, insertada en la Ley de Emprendedores, ni en la oficina económica de la Embajada española en Moscú ni en el consulado ofrecen detalles sobre cómo pueden los inversores acogerse a las ventajas para ricos que facilita el Gobierno. “Todo está en la página web”, contesta al otro lado del teléfono una administrativa. Quien más se está moviendo para promocionar la ley es Invest in Spain, organismo dependiente del ICEX que difunde la marca España. Aún así, sus responsables eluden ofrecer un primer balance.
La ley 14/2013, de 28 de septiembre, facilita los permisos de residencia como una nueva fórmula para “atraer inversión y talento” a través de un procedimiento que se promete “ágil y rápido”. Los no europeos que se propongan entrar en España para realizar una “inversión significativa de capital”, podrán solicitar el visado de residencia de un año (como mínimo) si realizan una compra igual o superior a medio millón de euros (por solicitante) en inmuebles, que deben estar libres de cargas. España también se lo concederá a quienes hayan comprado deuda pública por valor de dos millones de euros o adquieran acciones de empresas españolas por más de un millón. Ese visado permite viajar libremente dentro de los 26 países del área Schenguen.
Con él en la mano, los inversores pueden dar un segundo paso para conseguir la “autorización de residencia” por dos años y renovable. Es suficiente con visitar España al menos una vez cada doce meses; demostrar que el solicitante continúa siendo propietario y que está al corriente en el pago de impuestos. Según los expertos, el titular de ese permiso puede mantener su residencia fiscal fuera de España a menos que permanezca más de 183 días al año en este país.
Adicionalmente, la Administración solicita el papeleo común a los visados: certificado de antecedentes penales, seguro médico, contar con medios económicos suficientes para atender los gastos de estancia y pago de tasas. El comprador debe presentar un certificado del Registro de la Propiedad español y documentación que demuestre que efectivamente ha pagado el inmueble. Los consulados, como receptores de las solicitudes, tendrán que comprobar ante la Dirección General de la Policía si “el solicitante representa un riesgo en materia de seguridad”, un trámite que según la ley se solventa en un máximo de una semana.
Las personas acaudaladas no tienen de qué preocuparse: siempre hay empresas que se ocupan de la burocracia. Roca Junyent, un despacho jurídico con oficinas en Madrid y Shanghai, se ofrece para tramitar las gestiones y, aunque constata que las medidas todavía no han calado entre los principales interesados, apunta que con el tiempo lo harán. Jaime Espejo, socio del bufete, relata que en el caso de los chinos, el procedimiento empieza con una preselección de viviendas de lujo que se muestra a los interesados en el país de origen. El inversor concierta un viaje a España con visa de turista para escoger casa de entre sus preferidas. Si se decide a dar el paso, abrirá una cuenta bancaria y firmará poderes para que sus asesores concluyan la compra y tramiten el permiso. Portugal, Grecia y Chipre son otros países que han implantado facilidades similares, alterando la histórica concepción de la legislación de extranjería como un simple control de la política migratoria para convertirla en un instrumento de captación de fondos.
En la página web de HQ Realty, una inmobiliaria con oficinas en Miami, Huston, Buenos Aires y Madrid, las casas de lujo no bajan del millón de euros. En sus oficinas españolas las consultas sobre la compra de casa con visado incluido caen con cuentagotas, aunque al menos tres personas de Irán, Colombia y Venezuela han concretado entrevistas para las próximas semanas, atraídas por las nuevas facilidades. Otro tanto ocurre en Engel & Völkers, una marca internacional que vende palacios, villas de lujo y yates y que apunta al interés de clientes indios y chinos.
“Por sentido común, si esta puerta se abre, la aprovecharán personas que quieran huir de países con conflictos sociales, políticos o con presiones económicas”, destaca el director de inversiones de BNP Paribas, Francisco Manchón.
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