Acto de inauguración. Levante-EMV
Al Tayeb: «La ciudad debería ser como aquella Toledo en la que convivían en paz cristianos, judíos y musulmanes» El local del Centro Cultural Islámico ha sido financiado por los fieles
Una planta baja de casi quinientos metros cuadrados situada en la esquina de las calles Abat Solà y Calderón de la Barca de Gandia, donde antes estaba la Escuela Oficial de Idiomas, se ha convertido en la mayor mezquita de la comarca de la Safor. El edificio está diseñado para ser un centro no solo de oración, sino también de actividad social y de encuentro entre personas de confesión musulmana.
El centro, inaugurado en la mañana de ayer, sustituye a las instalaciones que hace una década se abrieron en otra planta baja del distrito de Benipeixcar, y reúne las características necesarias para el culto islámico, incluyendo un espacio donde dejar los zapatos, aseos y lavatorios de pies y manos en una estancia situada antes de entrar en la gran sala. Ya en el interior, el «mirhab», desde donde se dirigen las oraciones a los fieles y se dirige la vista para orar, una pequeña biblioteca de temática islámica y un espacio multiusos.
Al estar situado en un edificio de viviendas, todo el recinto ha sido debidamente insonorizado y adecuado para cumplir las normas de seguridad obligatorias para cualquier espacio de pública concurrencia, incluyendo puertas de emergencia.
A diferencia del anterior oratorio de Benipeixcar, que era alquilado, este es el primero propiedad de la Asociación Cultural Islámica de la Safor, y tanto la compra como las obras de reforma realizadas han sido financiadas por los fieles, «desde el que ha aportado unos céntimos hasta la última donación de tres mil euros», según expresaron ayer miembros de la comunidad islámica.
Representantes del Consulado de Marruecos en Valencia y de distintas asociaciones islámicas acudieron ayer a la inauguración del recinto, en la que se anunció que la mezquita pretende ser un espacio abierto «a todos los ciudadanos de Gandia», sea cual sea su religión.
Tras servir té caliente y dulces típicos a los asistentes, un representante de la Asociación Cultural Islámica dio lectura a un texto del Corán, el libro sagrado del islam, en el que se exalta «la clemencia y la misericordia del Señor de los Mundos», algo que, según expresó, es un planteamiento común con el resto de religiones.
Fruto del trabajo de cinco años
Después el vicepresidente de la asociación, el egipcio Mohamed Al Tayeb, transmitió a los presentes su satisfacción por contar con un local que definió como «el fruto del trabajo de cinco años», y repitió en varias ocasiones que, en contra de la imagen que algunos quieren transmitir, «el islam es una religión de paz». «Quisiéramos que Gandia se convirtiera en una representación de aquella Toledo en la que cristianos, judíos y musulmanes convivían en paz», añadió al recordar que cerca de esta nueva mezquita se encuentran iglesias católicas y locales de oración y reunión de otras religiones.
Ante la ausencia de miembros del Gobierno local del PP, que habían sido invitados a la inauguración del local, la concejala socialista Liduvina Gil fue invitada a tomar la palabra, momento en que se dirigió a los presentes para expresar su deseo de que «el actual alcalde y la corporación municipal mantengan las buenas relaciones que siempre ha habido entre la comunidad islámica y el ayuntamiento».
Seguidores en toda la comarca
Gil recordó que durante los años en que tuvo tareas de responsabilidad en el Gobierno de Gandia facilitó los trámites para ceder edificios públicos, especialmente del polideportivo, con el fin de que los creyentes pudieran concentrarse en jornadas de gran afluencia, caso de la llamada «fiesta del cordero». Además, el anterior alcalde socialista de Gandia, José Manuel Orengo, acudió a la inauguración del oratorio musulmán de Benipeixcar.
Aunque no existe un censo, se sabe que en la comarca de la Safor hay miles de personas que siguen los preceptos del islam, en su mayoría inmigrantes de nacionalidad marroquí.
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