MADRID,16/12/2013,El Mundo, JOAQUÍN MANSO.
Los extranjeros que quieren nacionalizarse juran en notarías por el atasco del Registro Civil
A Porfiria, que es de la República Dominicana y lleva desde 2005 en España, se lo dijo su abogada. «Y, ay, qué bien que me lo dijera…». Su expediente para concederle la nacionalidad española –y la consiguiente ciudadanía europea– llevaba concluido hace meses con un autorizado, pero en el Registro Civil no le daban cita hasta dentro de dos años para cumplir ante el juez con el trámite preceptivo de jurar o prometer ante la bandera nacional «fidelidad» al Rey y «obediencia» a la Constitución. En el Colegio Notarial, sin embargo, la convocaron de una semana para otra para hacerlo gratis ante notario. Dentro de muy poco, será por fin española y podrá traer a su hija –«a mi sol»– desde el país caribeño. Ya hay más de 60.000 nuevos españoles gracias a esa fórmula y se espera que en unos meses se superen los 200.000.
El Plan Intensivo de Nacionalidad que puso en marcha en 2012 el Ministerio de Justicia para dar salida a unas 320.000 solicitudes –que a fecha de hoy habían crecido ya hasta las 575.000–, empantanadas en las montañas de papel que son la trastienda de los registros civiles, apura sus últimos pasos con la ayuda desinteresada de los casi 3.000 notarios que ejercen en nuestro país, que sustituyen en el trámite de la jura a los apenas 180 jueces encargados de Registro Civil en España.
«No podíamos seguir tardando tres años o incluso más en resolver un trámite del que dependen el estatus y la capacidad para moverse por España y por toda la UE de tantas familias enteras», explica el subsecretario de Justicia, Juan Bravo. Una vez concluya este plan, la previsión es simplificar el proceso de manera que a partir de 2014 los expedientes de nacionalidad apenas se prolonguen durante seis u ocho meses.
En una primera fase, Justicia encargó a los registradores la digitalización de todos los expedientes pendientes. De esta forma, ha conseguido sacar adelante en poco más de un año y medio la cifra récord de 391.000 solicitudes, 335.000 de ellas con resultado positivo. Esto es: las que han acreditado dos años de residencia legal en España (para el caso de latinoamericanos, guineanos, filipinos, portugueses o sefardíes; para el resto son 10 años), ausencia de antecedentes penales y suficiente integración en la sociedad española.
El siguiente paso, definitivo para obtener el DNI, es la jura de la Constitución. El pasado mes de abril, por fin, el Gobierno encomendó 221.000 de ellas a los notarios y desde junio han celebrado una media de 600 diarias, más de 60.000: en realidad, la práctica totalidad de las solicitudes recibidas. De nuevo, la falta de medios en los registros civiles impidió que se notificase oficialmente a la mayoría la resolución en sentido positivo de su expediente, por lo que desde la Dirección General de Registros y del Notariado se ha ideado un sistema para comunicar por carta a los interesados que ya pueden pedir cita a través de una página web (www.nacionalidad.notariado.org). En Madrid, todas las juras se llevan a cabo en el Colegio Notarial; en Barcelona, en cambio, en las oficinas individuales de cada notario, que las ejecuta de forma gratuita.
Aunque estaba previsto que el trámite concluyera en diciembre, Justicia pretende prolongar varios meses la colaboración de los notarios. Así, Marisela, de Colombia, no tendrá que esperar casi dos años para ser española y poder casarse con Javier y Julio, de Bolivia, podrá presumir cuanto antes de pasaporte español: «Porque ya me lo merezco».
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