AVILÉS,07.12.13,elcomercio.es,RAFA BALBUENA.
Imagen de la comunidad musulmana, durante la ceremonia. :: S. LÓPEZ.
La comunidad musulmana inaugura su primera mezquita en la comarca
Entre olor a incienso y sándalo, en un silencio roto sólo por las aclamaciones del imán, con todos los fieles postrados, descalzos y concentrados en el rezo. Así transcurrió la jornada de ayer, viernes, en la que tuvo lugar la apertura de la primera mezquita con que cuenta la comunidad musulmana radicada en la comarca avilesina.
Situada en la calle Sabino Álvarez Gendín de La Magdalena, en un bajo comercial que antiguamente ocupaba una tienda de deportes, y poco a poco a partir de la 1 de la tarde, fueron cerca de medio centenar los mahometanos que se acercaron al local, ahora convertido en templo, para celebrar el rezo semanal. «El islam dice que tenemos que venir a orar a la mezquita todos los viernes, aunque por otra razón, hoy es un día complicado para muchos de nosotros», indicaba Mamadou Ndong, presidente de la comunidad de senegaleses de Avilés y uno de los promotores de la apertura del recinto. «Ocurre que acaba de morir uno de nuestros compañeros», explicó a renglón seguido, «por eso hoy es un día triste, a pesar de que celebramos con alegría tener ya un lugar donde reunirnos a rezar sin tener que desplazarnos a Oviedo o Gijón», prosigue Mamadou. Esto les supone «una ventaja, porque no tenemos permitido estar más de tres viernes seguidos sin venir a la mezquita, y para muchos de nosotros moverse supone bastantes dificultades», insiste.
Durante toda la semana, el recinto estuvo siendo acondicionado y habilitado para su nuevo uso por los integrantes de este credo en la comarca, que según Ndong «somos alrededor de cien, aunque es un número que seguramente vaya variando». Casi todos subsaharianos, «y la mayoría de Senegal», confirma Mamadou, aunque ayer también acudieron al rezo varios hombres de rasgos magrebíes, que tras descalzarse y persignarse, inclinaron la cabeza en dirección hacia La Meca. Curiosamente, todos hombres. «Los días de luto son así», aclara Ndong, indicando que es «esto es un precepto religioso, pero no una discriminación; las mujeres tienen su sitio en la mezquita como cualquier fiel, sin que importe su origen o nacionalidad».
El imán Al Hazim, dirigiendo el rezo ayer en la nueva mezquita de La Magdalena. :: SERGIO LÓPEZ
El rezo, como también estipula esta religión, lo dirigió el imán Al Hazim, que al final de la ceremonia exhortó a los asistentes «a colaborar y ayudar a la comunidad y a los que nos rodean». Y con un sentimiento de efusión moderada, ayer culminaba un proceso para el cual «hemos tenido que hacer muchas gestiones y papeleo», tanto con las administraciones como con el Centro islámico de Madrid, autoridad religiosa de la que depende la mezquita avilesina.
Todo con recogimiento y tranquilidad, aunque Mamadou admite que «prejuicios hacia los musulmanes los hay en cualquier parte, igual que hay gente buena o mala dentro y fuera del islam». Señala que «nosotros no venimos a molestar ni a ofender a nadie, procuramos en la mezquita haya respeto y silencio, y dentro ni siquiera puede sonar los móviles». Y concluye que «nuestra religión predica la paz, y cualquiera puede venir a comprobarlo».
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